Muchos usuarios comparten la idea de que el Office, la popular suite ofimática de Microsoft, pocas veces se adecua a sus necesidades reales. Muchos opinan que es demasiado compleja, otros, que no cuida el delicado asunto de la seguridad, y también los hay que se quejan de su escasa capacidad para compartir información. Para conocer en detalle el latir de los usuarios, y proceder con garantías a llenar las lagunas de la última versión en el mercado, Office 2003, Microsoft está realizando una campaña ambiciosa con la que pretende que en un plazo de 4 meses 5.000 empresas españoles den su valoración y opinión sobre el paquete de software para oficina. Se trata de empresas de todo el país, de todos los sectores productivos y que, además, mantienen un parque de PC que va en cada caso de las 25 a las 50 unidades. Además, la facturación media de estas compañías ronda los 13 millones de euros. Para esta selección de empresas, Microsoft se ha ayudado de las estadísticas del INE sobre el tejido empresarial español y de varias bases de datos empresariales, así como de su propia base clientes y de las de varios fabricantes de PC. Además de licencias con un periodo de caducidad de 30 días, los encuestados recibirán una carta en la que se les explica cómo pueden transmitir sus sugerencias a través de Internet (hasta el momento el proveedor ha establecido contacto con unas 1.400 firmas, de las cuales han respondido 130).
Aunque Microsoft Ibérica, que es la única filial que por el momento ha puesto en marcha una iniciativa del estilo, considera que es pronto para ofrecer conclusiones, las primeras respuestas de los usuarios apuntan a que es necesario mejorar el acceso a la información desde la suite; que ésta debe tener un filtro antispam, como ocurre en Outlook; o que necesita capacidad para elaborar calendarios y listas de contactos compartidos.
