Aún no existe una confirmación por parte de la Comisión Europea, pero según publican varios medios de comunicación, ayer se filtró la cantidad a la que Microsoft deberá hacer frente por “abuso de posición dominante”: 497 millones de euros. Al parecer, Mario Monti, comisario de Competencia, ha logrado el respaldo de los Gobiernos de la UE para condenar a pagar al gigante del software la mayor multa impuesta hasta el momento por Bruselas. Pero, además de abonar esta cantidad, el fabricante deberá proporcionar a los ensambladores de PC su popular sistema operativo desprovisto del reproductor multimedia Windows Media Player. De esta forma, se pretende que la multinacional deje de controlar el mercado de software para ordenadores y servidores, y que abandone prácticas que, según la Comisión, reducen las posibilidades de que el usuario instale programas de la competencia, como los de Apple o Real Networks.
Asimismo, la Comisión Europea ha decidido que Microsoft debe proporcionar información técnica a sus competidores en la fabricación de servidores para que sus productos sean más compatibles con los que utiliza Windows.
La multinacional ya ha anunciado que va a recurrir esta sanción ante el Tribunal de Luxemburgo, una decisión que podría alargar el proceso judicial hasta cinco años. No en vano, cuando el pasado jueves Microsoft anunció que las negociaciones con la Comisión Europea habían finalizado sin acuerdo, Steve Ballmer, CEO de la compañía, no dio todo por perdido: “Hemos realizado todos los esfuerzos que hemos podido para llegar a un acuerdo, y espero que podamos aún alcanzar un acuerdo en una etapa posterior del proceso”, señaló.
