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La crisis sanitaria desatada por la Covid-19 ha precipitado una ola de digitalización sin precedentes en las empresas. En unos pocos meses se ha avanzado tanto como lo que estaba previsto para los próximos años. Uno de los cambios más radicales ha sido la adopción masiva del teletrabajo, algo inaudito en un país como España, donde sólo unos cuantos privilegiados disponían de esta opción y donde siempre ha imperado el presencialismo, el estar en la oficina.
Este giro de 180 grados en la operativa de miles y miles de empresas está suponiendo una oportunidad de oro para los proveedores de tecnología y sus canales de venta. De todo ello se habló en un webinar organizado por CHANNEL PARTNER, y que contó con la presencia de profesionales de Zucchetti, NFON, Thales, Panda, SPC, Innovaphone y X by Orange.
Todos los asistentes coincidieron en que el cambio en los procesos de las compañías del todo el país para adoptar el teletrabajo es mayúsculo, pero también advirtieron de que la transformación forzada por el coronavirus ha sido improvisada. Y reconocieron que hay muchos puntos que afinar si se pretende que el teletrabajo se convierta en una realidad generalizada y permanente, o que sirva para futuros confinamientos.
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Al principio primó la improvisación
Joseba Marcos, director de canal de Zucchetti Spain, destacó que muchas personas han tenido que trabajar “en condiciones complicadas, con la familia o con los niños haciendo los deberes”. Y también con los medios inadecuados, como el PC de la oficina o “sillas donde estar ocho horas sentado era una tortura”. Jose San Emeterio, general manager B2B de SPC, dijo que, a pesar de todo, el teletrabajo ha sido “la estrella” que ha salvado a muchas empresas. “Las compañías se han dado cuenta de que hay alternativas al presencialismo. La gente se está conectando y las cosas van saliendo, y eso está siendo así sin medios, improvisando”. Por eso, San Emeterio cree conveniente organizarse y tener planes muy pensados, sobre todo ante una segunda vuelta de pandemia que puede estar a la vuelta de la esquina.
Para Gustavo Frega, director de canal de X by Orange, la improvisación en torno al teletrabajo ha sido incluso presupuestaria. “Partidas de otros departamentos se han desplazado al sector IT”. Frega selañó que un correcto despliegue de trabajo remoto no sólo requiere tener un buen acceso a Internet, sino también contar con una conexión segura a las oficinas. “Llegará un momento en que todos tengamos que plantearnos el dejar el presencialismo, aunque nos guste mucho estar en la oficina”.
Paralelamente al boom del teletrabajo ha habido una oleada de malware destinado a aprovechar los huecos abiertos por esta descentralización de la fuerza laboral. Alberto Tejero, director general de Panda Security, recordó que “los malos” han atacado con mucho phishing. “Los teletrabajadores no tienen la concienciación de la inseguridad que tenían en la oficina. Han trabajado desde el portátil del hijo, y eso es peligroso. En general, se ha trabajado sin preparación, sin reglas y sin regulación. No sé sabía muy bien qué equipos había que usar, y qué aplicaciones”.
Muchos consideran que, a estar alturas, el teletrabajo claramente ha venido para quedarse. Y no sólo como un plan de contingencia ante posibles rebrotes de la Covid-19. Por eso, Víctor Moracho, sales manager en Iberia de Innovaphone, cree que es indispensable un cambio de mentalidad a todos los niveles. “Hay que cambiar la cultura del presentismo. Nuestros datos dicen que la gran mayoría de los empleados prefiere un mix de oficina y teletrabajo. Muy poca gente hoy prefiere el modelo tradicional. Si planteamos todo esto sólo como plan de contingencia, mal vamos”.
Auditorías para saber cómo se trabaja
Por su parte, Agustín Sánchez, responsable de desarrollo de negocio de NFON Iberia, señaló que la ola de teletrabajo ha pillado a las empresas sin procesos claros. Por eso, en su opinión, el papel de las consultoras y del canal es clave para ayudar a definir “por dónde se tienen que mover los clientes”. Además, Sánchez recalcó que el teletrabajo es una herramienta “para incentivar y que también aporta flexibilidad”. Y señaló asimismo que se necesita mucha auditoría para analizar “qué equipamiento tiene la gente en casa: desde los sistemas a la ergonomía”. Porque la casuística en una empresa mediana o grande puede ser infinita. “Hemos visto gente que vive en el pueblo y no tiene ni fibra, y gente que vive en el centro de Madrid y que tiene de todo”.
“Si no aprovechamos la crisis para extender el teletrabajo, no habremos hecho nada”, resumió Guillermo Martín, responsable de ventas en Iberia de gestión de accesos e identidades de Thales. Pero también dejó claro que el teletrabajo hay que entenderlo de forma correcta. En su opinión, no se trata tanto del lugar en que se desarrolla la actividad, sino de lo que de hace y cómo se hace. En todo caso, para Martín, el escenario será híbrido, porque perder la oficina también supone perder “el espíritu de equipo”. Víctor Moracho, de Innovaphone, desveló que en estos momentos muchas empresas están pidiendo soluciones de hot desking (puesto de trabajo caliente), para permitir que las plantillas se turnen a la vuelta de la oficina compartiendo puestos, y ahorrar así espacio.
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NOTA: La cobertura completa del webminar se ofrecerá en el número de septiembre de CHANNEL PARTNER.