Según IDC, el mercado español de ordenadores se está estabilizando, después de una temporada de fuertes y constantes bajadas. En el primer trimestre de este año se comercializaron 1,4 millones de dispositivos, un 0,9% menos que en el mismo periodo de 2016. En esta cifra IDC incluye PC tradicionales (ordenadores de escritorio, portátiles y workstations) y tablets (tradicionales y desmontables). En este contexto, los desmontables (con teclado que se puede separar) y los convertibles (con teclado unido con bisagra, aunque permiten giro de hasta 360 grados) aparecen como el revulsivo del mercado, mostrando un crecimiento de 10% y del 65% con respecto al mismo periodo del año anterior, respectivamente.
La continua innovación que se refleja en la variedad de productos lanzados en estos meses se centra en la movilidad, gracias a dispositivos de alto rendimiento, más finos y menos pesados, que pueden incluso reemplazar a los portátiles tradicionales. La flexibilidad de estos productos permite llegar a un gran número de consumidores, tanto con modelos asequibles como con dispositivos premium para aquellos más interesados en el diseño y la innovación.
Desde 2013, el mercado español de estos dispositivos ha estado creciendo año a año. Curiosamente, cuando el mercado de los dispositivos informáticos personales empezó a decrecer, los convertibles y los desmontables alcanzaron un pico de crecimiento. Esto confirma que los usuarios ven claramente las ventajas de estos aparatos, que en 2015 llegaron a las 400.000 unidades vendidas. En 2016, el crecimiento de los desmontables aceleró y llego al 31% en el primer trimestre de 2017, donde la proporción de ventas de estos fue el doble que la de convertibles.
La tendencia en España es la misma que en el resto de Europa Occidental, tanto para convertibles como para desmontables, y también se espera un mayor incremento año a año en el segmento comercial, aunque el mayor volumen producirá en los consumidores domésticos debido a la versatilidad de los dispositivos. Los precios asequibles también están contribuyendo a la buena recepción de estos aparatos, con vendedores locales ofreciendo modelos a precios muy bajos en comparación con otros grandes vendedores. IDc también indica que los desmontables también ofrecen una combinación de sistemas operativos (Windows y Android), dando la oportunidad de elegir de acuerdo a las necesidades de cada uno.
Windows es el sistema operativo que lidera ambos dispositivos, ofreciendo de manera más fácil la multitarea, algo esencial para las pymes y las grandes empresas, las cuales están adoptando rápidamente estos productos. Aun así, la variedad en el sistema operativo de los desmontables ofrece a los usuarios la posibilidad de un amplio rango de diferentes modelos, que puede ser una de las razones que explique por qué hubo muchas más ventas de estos dispositivos sobre los convertibles.
Malas previsiones para los portátiles
IDC espera que continúen creciendo hasta, al menos, finales de 2021, con un crecimiento de 5,7% (3,1% para los convertibles y 8,4% para los desmontables). Esto es un rendimiento muy bueno en comparación a los portátiles tradicionales, de los que se espera un decrecimiento de ahora en adelante. Incluso si hubiera una oportunidad para ellos en el campo del gaming, que puede tener repercusión en la región, no parece suficiente como para cerrar el agujero en el mercado y se mantendrán en negativo hasta 2021. Los nuevos productos portátiles están ganando poco a poco terreno en el mercado español, lo que contribuirá a la recuperación gradual del mercado de los dispositivos informáticos personales.
