Ricardo Garrudo, presidente de Wolder, marca española de lectores de libros electrónicos, adelanta qué va a pasar en su sector este año. Echando mano a datos de IDC, Garrudo señala que las ventas de e-books llegarán a las 27 millones de unidades en 2011, mientras que los tablets alcanzarán los 62,5 millones. “Este sector ha hecho explosión y será el que experimente mayores tasas de crecimiento en los próximos años hasta convertir a las tablets y los e-books en dispositivos imprescindibles para los usuarios”, dice el directivo.
En España, un estudio de la consultora Forrester apunta a nuestro país como uno de los de mayor número de propietarios de tablets en Europa y en el que las ventas se dispararán más en el entorno profesional, hasta el punto de que durante el último semestre de 2011 se está registrando un aumento del 50% de la demanda, especialmente en el sector corporativo.
En opinión del presidente de Wolder, esto se debe a la gran aceptación que han tenido estos dispositivos entre los usuarios españoles, que los consideran “una extensión de sí mismos” y un instrumento con el cual satisfacer de forma cómoda, fácil y con movilidad, su necesidad de disponer de acceso a Internet, a la navegación, a las redes sociales y a toda una serie de servicios que son cada vez más imprescindibles para los usuarios como leer libros, escuchar música o ver películas.
Según Ricardo Garrudo, durante 2012 se ampliará notablemente la gama de equipos disponibles en el mercado, de tal modo que los usuarios podrán elegir entre sistemas más básicos y asequibles y otros más sofisticados. La llegada del Kindle Fire, una tableta que ya ha salido al mercado en Estados Unidos por 200 dólares, podría marcar un punto de inflexión.
Una de las cuestiones que la evolución del mercado está planteando es si tablets y libros electrónicos convergerán en el futuro. En opinión del presidente de Wolder, terminarán constituyendo una única herramienta con una amplísima gama de funcionalidades, ya que “a pesar de que los lectores de e-book disponen normalmente de una pantalla con tecnología e-ink más adecuada para una lectura prolongada, la realidad es que todos pasamos muchas horas ante ordenadores con pantallas retroiluminadas y las tablets permiten una lectura agradable junto con otras características que les dan una gran versatilidad”. “La clave estará en que las tablets tendrán que incorporar DRM, el sistema que permite abrir archivos protegidos, para descargar libros de internet”. Garrudo considera que será importante poner en el mercado productos que respondan a esta demanda del consumidor final ofreciendo la mejor tecnología al mejor precio.
En cuanto a la oferta de títulos electrónicos, necesaria para el definitivo despegue de la lectura electrónica, el presidente de Wolder afirma que las editoriales están haciendo un esfuerzo, pero los precios “aún no son competitivos”, lo que hace que se incremente la piratería.
Ricardo Garrudo cree que aunque las tablets y los lectores de libros no son productos de primera necesidad, pueden ser un regalo muy interesante en Navidad, “útil y práctico y con una gama de precios para todos los bolsillos que oscila entre los 100 y los 200 euros”.