Desde la llegada de los tablets, encabezada por el lanzamiento del iPad de Apple, el mundo del PC se ha visto envuelto en una situación complicada. Un estudio de la cosultora Gartner, que lleva por título El iPad y más allá: lo que el futuro de la computación depara, señala el impacto que han tenido este dispositivo y otros de la misma familia en la industria del hardware, y la manera en que han cambiado las necesidades de los usuarios respecto a estas tecnologías.
Angela McIntyre, directora de investigación de Gartner, apunta que “en los próximos 10 años, las tabletas traerán más cambios, gracias a nuevos diseños que les permitirá asumir nuevas funciones”. “Serán dispositivos multiplataforma que sustituirán a otros utilizados hasta ahora”, señala.
Los fabricantes de ordenadores y de electrónica de consumo están al corriente de las nuevas expectativas de los consumidores. Por ello, incorporan a sus nuevos productos algunas de las características popularizadas por el iPad. La tecnología multitouch se ha convertido en la interfaz de los smartphones y de las tabletas, y se extenderá a los dispositivos electrónicos de consumo al PC.
“El tabletpuede reemplazar múltiples dispositivos. Puede colocarse en el salpicadero del coche y trabajar como GPS, o convertirse en un monitor sanitario y controlar la presión arterial y el peso, para luego enviar estos datos al médico personal, entre otras muchas posibilidades”, señala McIntyre.
A eso se suma la comodidad, el adiós al ratón o el teclado. Menos peso, más autonomía y, por tanto, más satisfacción para el usuario. Es por eso que Gartner defiende la idea de que el iPad ha transformado la manera en que las personas interactúan con la tecnología.
Una de las firmas más perjudicadas por el auge de las tabletas ha sido Intel. La multinacional norteamericana se ha quedado atrás en su lucha por implantar sus procesadores en este mercado, en detrimento de Nvidia o Qualcomm, que han sabido jugar mejor sus cartas. Sin embargo, el gigante del silicio se ha propuesto contraatacar con un nuevo concepto: el Ultrabook.
Estos equipos se presentan como un híbrido del tablet y del portátil que esperan obtenga el mismo éxito que en su día logró el Centrino. Han invertido 300 millones de dólares en su desarrollo, por lo que pedirán a los fabricantes ciertos requisitos para que puedan incluir esta tecnología. El objetivo es lograr equipos con mucha más autonomía que los actuales, más finos y ligeros, y con un arranque de apenas 7 segundos.
Los Ultrabooks irán en la línea del Macbook Air. Incluso puede que Apple entre a formar parte del juego, ya que los Ultrabook trabajarán con Windows 7 y Mac OS, con procesadores iCore de segunda generación y de bajo consumo. La última edición de IFA en Alemania acogió la primera hornada de Ultrabooks, con fabricantes como como Acer, Asus, Lenovo o Toshiba a la cabeza. Aunque la sombra del iPad aún es muy alargada, y su ventaja y su impacto mediático siguen siendo casi inalcanzables, la competencia no se rinde. Suenan tambores de guerra.