Lenovo quiere que sus partners vendan su portfolio completo de soluciones, de ahí el lanzamiento de mejoras en su programa Lenovo 360 Engage. En concreto, se trata de nuevas acreditaciones y clasificación por niveles, comunidades ampliadas y herramientas y recursos optimizados para socios. De momento, la compañía trabaja en la definición de los incentivos y no será aproximadamente hasta abril cuando se conozcan más detalles.
“Los partners están sufriendo por la caída de los PC y están buscando nuevas fuentes de ingresos. Vamos a financiar con rebates. Nuestra idea es compensar líneas de negocio”, ha explicado Rafael Herranz Pinto, director general de la división ISG para Iberia de Lenovo. No obstante, reconoce que a día de hoy el PC sigue teniendo más peso que los servidores en las cuentas de la compañía y de sus socios, pero esto irá cambiando. A nivel mundial el 85% de la facturación ha venido de los ordenadores y sólo un 15% de servidores. “Este año servidores y servicios ya han supuesto un 41%”, matiza, refiriéndose al último trimestre reportado.
Sea como fuere, Lenovo ha vuelto a niveles pre-pandemia, ganando cuota de mercado y “vendiendo más y volviendo a los tiempos de entrega que el cliente necesita gracias a la fábrica de Hungría que nos ha dado una ventaja competitiva”.
Vender soluciones, no productos
El proveedor quiere que su canal venda soluciones, más que productos, y que compense la bajada de ventas de unos equipos con la comercialización de otros. “Lenovo está transformando… antes nos enfocamos en productos, ahora en soluciones”, ha indicado Giovanni Di Filippo, presidente de centros de datos de EMEA de la multinacional. “Todo el mundo conoce los dispositivos de Lenovo, pero pocos saben que somos el número tres en soluciones de infraestructura. Nuestro éxito está basado en nuestro ecosistema de partners, un ecosistema al que protegemos”, ha añadido.
La puesta en marcha de las mejoras en su programa de canal responde al giro que está acometiendo la multinacional y que se concreta en la unificación de las divisiones de servicios (SSG), data center (ISG) y dispositivos (IDG), que pasarán a funcionar bajo una sola estrategia. Y es que durante la pandemia la multinacional ha conseguido ganar puestos tanto en servicios, que creció a doble dígito, como en la unidad de infraestructura, que en el último trimestre ascendió un 48% y que tiene un prometedor futuro por delante en nuestro país con los proyectos en marcha para centros de datos poderosos, como el Mare Nostrum 5 en el Barcelona Supercomputing Center, o para CPD de proximidad que sustentarán el edge computing.
