La caída de las ventas de PC se cobra la primera víctima. Dynabook (antes Toshiba) cerrará su filial española a finales de abril. La retirada coincide con la salida de Dynabook de toda Europa, según las fuentes consultadas por CHANNEL PARTNER. La filial local, que tiene una plantilla de unas 20 personas, depende de la central europea, ubicada en Alemania. La compañía ya ha informado oficialmente del cese de sus operaciones a sus mayoristas locales, como TD Synnex, Esprinet/Vinzeo, e Ingram Micro.
“Como se ha informado de forma generalizada, las condiciones del mercado y el entorno económico en la región EMEA continúan siendo especialmente difíciles y muchos analistas prevén que esta situación se prolongará durante el resto del 2023. En consecuencia, Dynabook Europa está llevando a cabo una importante revisión estructural del negocio. Las operaciones de ventas en España bajo el modelo de negocio actual serán descontinuadas y, como resultado, las oficinas de Dynabook en España cerrarán a finales de abril de 2023“, han comentado fuentes de la la filial a CHANNEL PARTNER.
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Garantías de producto
En una nota enviada a este medio, Dynabook tranquiliza a los clientes y partners locales y asegura que estará garantizado el suministro de productos a los actuales compradores en España. “El servicio y la asistencia seguirán estando disponibles para todos los clientes actuales a través de los canales existentes. Por supuesto, Dynabook cumplirá todas las obligaciones de garantía existentes, tanto las estándar como las promocionales, así como las ampliaciones y mejoras de garantías adquiridas“.
La retirada coincide con la salida de Dynabook de toda Europa, según las fuentes consultadas por CHANNEL PARTNER
También indican desde Dynabook en España que la multinacional está desarrollando “una nueva estrategia para la región española“. “El objetivo consiste en crear un nuevo modelo que sea lo suficientemente ágil como para adaptarse a las difíciles condiciones empresariales actuales y futuras de la zona, utilizando un centro de operaciones que se establecerá en Asia“.
La trayectoria de Dynabook en los últimos años
En 2019, los portátiles de Toshiba cambiaron su nombre por Dynabook. Este cambio era resultado del traspaso de la fabricación de ordenadores del holding Toshiba a Sharp a finales de 2018. Aunque en realidad, detrás de toda la operación estaba el fabricante chino Foxconn, uno de los mayores fabricantes de tecnología del mundo, que en 2016 se había hecho con Sharp.
En estos años, Dynabook ha seguido la misma estrategia que había tenido Toshiba previamente, centrándose en la venta de equipos a empresas o administraciones públicas, sobre todo del sector educativo. Sin embargo, nunca logró el volumen y las economías de escala que se requieren en el mercado PC para competir con garantías y mantener una rentabilidad a largo plazo.
Aunque en 2021 Dynabook logró participar en macroproyectos de Red.es, en el marco de Educa en Digital, y también abordó alguna venta de volumen a operadoras, la filial española siempre estuvo lejos de los niveles de comercialización de rivales como Lenovo y HP, los primeros fabricantes del ranking desde hace muchos años.
Caída del PC en el último año
Además, Dynabook, como el resto de los fabricantes de ordenadores, se enfrenta desde hace muchos meses a una ralentización generalizada de las ventas. En 2022 el mercado de PC se desplomó en todo el mundo un 16,5% en unidades, según IDC. En el último trimestre del pasado año la caída fue incluso más intensa: del 30%. Era un punto de inflexión en un mercado que en 2021 marcó récord histórico por la pandemia y por la urgencia con que empresas y familias se pertrecharon de equipos para teletrabajar o tener formación a distancia.
Además, los analistas prevén que la situación no mejore hasta finales de este año, como pronto. Y dicen que lo más previsible es que la luz se empiece a ver en 2024. Canalys, por ejemplo, augura que la caída de las ventas este ejercicio podría superar ese 16% de descenso del pasado año.
En España, el portátil también vive horas bajas.Según datos de GfK, las ventas de notebooks dejaron al canal mayorista 1.059 millones de euros de facturación en 2022, un 14,3% menos que en 2021. En el pasado ejercicio, esta familia de producto marcó caídas en todos los trimestres, y en algunos momentos el descenso superó el 17%.
