Las noticias económicas y sobre el negocio tecnológico siguen siendo contradictorias. Pintan bastos, al tiempo que confirman que los peores augurios están lejos de materializarse. Por un lado, continúa el reajuste de los big tech y el goteo anuncios de despidos para afrontar un escenario que ha dejado atrás la época de vacas gordas que trajo la pandemia para el sector TI.
Las últimas en hacerlo han sido Microsoft, SAP e IBM, que se desharán de varios miles de empleados. Los resultados financieros que en las últimas semanas han anunciado las big tech también hablan de un negocio estancando o a la baja en cuanto a ingresos, y, lo peor, una rentabilidad claramente en caída. Es el caso de las compañías citadas, o de Intel o Google.
Sin embargo, a escala local el feeling es mejor. Los datos de Context, GfK e IDC sobre la evolución del canal y del sector tecnológico en España invitan a cierto optimismo. Las ventas de los mayoristas subieron entre un 3 y un 5% en 2022, según la fuente que se maneje. Pero es que las ventas del canal de valor, el que comercializa soluciones para empresas, avanzó nada menos que un 16% el año pasado, con picos de crecimiento del 26% en algún trimestre del ejercicio.
En este comienzo de año reunimos a varios mayoristas para hablar de la situación del negocio y de su papel en un mundo donde la tecnología indefectiblemente será comercializada como un servicio. Pues bien, todos se mostraron optimistas para este 2023 que, según los banqueros centrales, va a dejar grandes dosis de “dolor”. Nadie niega que el PC esté pasando por momentos malos ni que haya sobrestock en los almacenes, o que muchas familias hayan relegado a la tecnología en su lista de prioridades, atenazadas por una inflación que va para largo y que ha convertido la visita al supermercado en una pesadilla.
La demanda de las empresas, la triple convocatoria electoral y los fondos europeos harán que el 2023 sea un buen año para el canal
Pero aun así, los mayoristas insisten en que el 2023 será buen año para el canal porque la demanda de tecnología por parte de las empresas seguirá alta, por la triple convocatoria electoral, que animará las inversiones del sector público, y porque los fondos europeos, renqueantes en 2022, por fin empezarán a llegar en masa al tejido productivo. Además, dicen que hay mucha nube pública y mucha ciberseguridad que desplegar en los clientes, y que es momento de empezar a mejorar realmente la productividad de los empleados gracias a la inteligencia artificial.
La tecnología parece que ya está aquí, y todos empezamos a ser conscientes de su alcance gracias a desarrollos hasta cierto punto pintorescos como ChatGPT, que tanto está dando que hablar. IDC calcula que todo el sector TI de este país facturó en 2022 casi 52.600 millones de euros, un 5,6% más que el año precedente. Y aventura que en el ejercicio incierto y contradictorio que comenzamos, volverá a crecer en torno al 4%, para situarse en los 54.600 millones de euros. Con todos estos números y porcentajes, y puestos a hacer predicciones, se puede decir que en 2023 la tecnología volverá a ser protagonista y que al canal, en líneas generales, le irá bien, o mejor de lo esperado. Otra cosa es lo que puede pasar en 2024, pero para eso queda mucho.