El año, como se nos viene anunciando desde hace meses, se presenta incierto. Quizá no tan catastrófico como al principio se dijo, pero sí lleno de interrogantes y de la dichosa incertidumbre. Para el sector tecnológico está por ver qué recorrido tiene la inercia que trae la inversión de las empresas en digitalización, que se mantuvo robusta en 2022. Y también habrá que valorar hasta qué punto el gasto TIC de la administración, que vive un pico histórico, o el definitivo despegue de los fondos europeos, van a ayudar a esta industria a pasar con más gloria que pena un 2023 amenazado por la inflación, los altos tipos de interés o la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania.
La financiación de empresas y familias, sobre todo en una economía tan dependiente del crédito bancario como la española, no va a mejorar a corto plazo. Al revés, las condiciones se endurecerán. Ya lo ha advertido el vicepresidente del Banco Central Europeo, el español Luis de Guindos, que ha anunciado más subidas de tipos hasta doblegar la inflación galopante que azota el continente. “Habrá más subidas de tipos de interés, hasta cuándo, no sé”, se sinceró el banquero central a mediados de diciembre.
“Está costando poner en marcha programas masivos como el Kit Digital, dotado con más de 3.000 millones de euros de financiación”
El panorama preocupa al mismo tiempo que muestra datos esperanzadores. Uno de los más significativos es, como decía, el de la inversión en tecnología del sector público. El cálculo es que 2022 acabe con unos 6.000 millones de gasto TIC de las administraciones, un 14% más que en 2021. Y para 2023 el pronóstico también es muy bueno. Al fin y al cabo, los Presupuestos Generales del Estado de 2023, aprobados definitivamente en el Senado a finales de diciembre, son los más expansivos de la democracia, con un techo total de gasto de 198.000 millones de euros.
Además, este año el presupuesto público en TIC debería beneficiarse de unos fondos europeos que hasta ahora no han acabado de fluir. Y es que solo la Administración General del Estados dispondrá de 1.300 millones de euros extra para gastar procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que es el instrumento clave de gestión de los fondos NextGeneration EU en este país.
También deberá beneficiar al sector que la concesión de los fondos europeos para empresas se normalice. Está costando poner en marcha programas masivos como el Kit Digital, dotado con más de 3.000 millones de euros de financiación y que debería llegar a más de un millón de pymes y autónomos. El último dato de Red.es es que se han concedido 670 millones (un 22% del dinero total) a algo más de 100.000 empresas. Pero en 2023, muy probablemente, estas cifras darán un salto significativo.
