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Después de casi tres años de un proceso de digitalización intensa en el sector educativo, que ha recurrido a la tecnología para hacer frente al desafío de la pandemia, nos preguntamos cuál es la situación de los centros de enseñanza en estos momentos.
Y si los cambios acelerados a los que obligó la Covid-19 han llegado para quedarse y han transformado realmente el sector de la docencia en este país, que cada curso se encarga de formar a unos ocho millones de alumnos, entre Primaria, Secundaria y universidad.
Para abordar estas cuestiones, reunimos a firmas vinculadas con el sector educativo, desde grandes proveedores tecnológicos a compañías de nicho centradas en el mundo de la enseñanza, pasando por centros de formación y una gran editorial de material docente. Hablamos con Samsung, Microsoft, Virtual Cable, U-tad, Edelvives, ClassInTheBox, Inbenta, Mioti Tech & Business School y Smartick.
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Queda mucho proceso de transformación
La mayor parte de los portavoces coincidieron en reconocer que con la pandemia el proceso de digitalización de los colegios y las universidades cogió vuelo, pero que, en cualquier caso queda mucho por hacer. Y que, por esta razón, el sector tecnológico y el canal de distribución, tienen una imponente oportunidad de negocio ante sí.
Diego Granja, responsable del vertical de educación de Samsung en España, aseguró que las ventas de hardware al sector educativo en los tres últimos años han sido significativas, pero que, en cualquier caso, sólo un 30% de los 28.000 centros de educación obligatoria dispone de dispositivos digitales. “Además, hay un proceso de capacitación de profesorado que sigue pendiente”, añadió.
Por su parte, María Comín, responsable de educación preuniversitaria en Microsoft, coincidió en que quedan muchos centros por digitalizar y que cada uno tiene unos requerimientos muy específicos. Y recalcó que no se trata de invertir por invertir. De hecho, aseguró que el reto realmente está en “hacer más con menos”. Y que en esta tarea es imprescindible el partner, que será la figura que acompañará al centro educativo en este viaje.
Sólo un 30% de los 28.000 centros de educación obligatoria dispone de dispositivos digitales, según Samsung
Por su parte, Fernando Feliu, executive managing director de Virtual Cable, distinguió entre los centros privados y públicos de Primaria y Secundaria a la hora de abordar su plan de digitalización. Mientras que en los primeros “ha habido mucha inversión”, en el sector público ha predominado el reparto de dispositivos hasta la irrupción de la pandemia. “Luego se han creado infraestructuras para que todos pudieran tener acceso a la mejor educación, aunque queda mucho por hacer y el canal tiene mucho que aportar”.
El papel de la dirección de los centros educativos
Para Lidia Pitzalis, responsable corporativa de transformación digital de Edelvives, la clave para impulsar la digitalización en los centros educativos es que estos cuenten con una dirección entusiasta que cuente con un plan de actuación. “Sin rigor y sin estructura se corre el peligro de que los dispositivos se queden en los armarios”, advirtió Pitzalis. E incluso proclamó que las empresas que atienden al sector educativo tienen “la obligación moral” de hacer que alumnos y profesores saquen partido a toda la tecnología desplegada. Eso sí, afirmó que no puede haber soluciones universales o “un café para todos”, puesto que hay centros educativos que todavía tienen unas necesidades básicas por satisfacer en materia de digitalización, y otros que ya están muy avanzados.
La dirección de los centros “no se acaba de creer el proceso de digitalización”, según el fundador de Smartick
También Fabiola Pérez, cofundadora y CEO de Mioti, un centro dedicado a la puesta al día de profesionales en el ámbito de la gestión y el análisis de datos, destacó que es importante que el centro docente tenga “un plan”. Pablo Márquez, cofundador de ClassInTheBox, reconoció que en muchos centros educativos de este país “no hay una decisión pedagógica fuerte”. “Pasa que si te regalan 10 tablets te vas con un fabricante y no con otro”.
En esta línea, Javier Arroyo, de Smartick, apuntó que la dirección de los centros “no se acaba de creer el proceso de digitalización”. María Comín, de Microsoft, puso el acento en la necesidad de que el sector tecnológico plantee a los colegios “una solución completa que vaya más allá del hardware”. “Sigue habiendo mucho canal que sigue pensando en un modelo de reventa. Pero esto ya no tiene sentido”, advirtió Diego Granja.
En este sentido, Fernando Feliu recomendó al canal superar la reventa de producto y centrase en dar una solución. Eso conllevará, en su opinión, que los agentes de la industria tecnológica se abran a trabajar “con amigos y enemigos”. “Tenemos que estar abiertos a trabajar con amigos y enemigos. Tenemos que estar abiertos a todo el mundo. No hay soluciones únicas. Y ese papel de integrador es el gran papel del canal”, insistió Feliu.
El cuarto del gimnasio está lleno de dispositivos
Por su parte, Javier Arroyo, cofundador de Smartick, plataforma educativa que ayuda a los niños en matemáticas y lengua, recordó que con el Plan Avanza se vendieron muchos portátiles que acabaron en el trastero, y que por eso hay que rodear al hierro con “contenidos y proyecto pedagógico”. “Tener un PDF enriquecido de lo mismo que hay en los libros es absurdo. Hay que cambiar el papel del profesor, que tiene que salir de la trinchera y convertirse en un facilitador tecnológico”.
Por su parte, Pablo Márquez, de ClassInTheBox, comentó que su compañía “no vende un solo dispositivo sin formación”. “Todos los cuartos de los gimnasios de España están llenos de dispositivos. Y eso hay que evitarlo”, pidió. “Un dispositivo sin control y sin gestión es un arma en manos de un niño. Las soluciones deben permitir gestionar bien y ahorrar tiempo en el despliegue de esos dispositivos”, subrayó María Comín, de Microsoft. Ella también se refirió a los fondos europeos de recuperación, que contemplan planes de formación en competencias digitales para el profesorado. “Hay que aprovechar el cambio generacional en el profesorado para acelerar la digitalización. Y esa labor también es del partner”, añadió Fernando Feliu.
Lidia Pitzalis, de Edelvives, aseguró que su compañía no vende un solo dispositivo que no vaya enganchado a una solución. Y reconoció que en su compañía trabajan para cambiar la mentalidad de sus propios vendedores. “Nosotros somos una editorial, pero tenemos que abrirnos a herramientas digitales”. “Tenemos que colaborar fabricantes y canales, para encontrar las soluciones idóneas para cada centro. Hay que ponerse en los zapatos de cada colegio y centro formativo, bien sea Primaria, Secundaria, universidad, grado online…”. En este punto, Fernando Feliu recordó la iniciativa de Microsoft de inundar el sector educativo nacional de “evangelizadores”, es decir, profesores que, dentro de los propios centros, ayudaban a divulgar e impulsar la digitalización de sus compañeros. María Comín confirmó que la compañía sigue trabajando con más de un millar de estos “evangelizadores”.
“Todos los cuartos de los gimnasios de España están llenos de dispositivos. Y eso hay que evitarlo”, pidió uno de los participantes en el debate
IA para una educación diferenciada
La tecnología, y sobre todo la inteligencia artificial, puede ser de gran ayuda para profesores que muchas veces están desbordados y no pueden atender las necesidades especiales de ciertos alumnos y garantizar así la diversidad. “Con tecnología educativa y digital esa atención a cada alumno se puede dar en algún caso. Yo creo que la inteligencia artificial puede ayudar mucho en este ámbito”, aseguró Pilar López, directora académica y de desarrollo de negocio online de U-tad. “Esa atención a la diversidad es la que nos da de comer a nosotros. Porque al final en una clase se acaba imponiendo el ritmo de los del medio”, señaló el fundador de Smartick.
María Comín, de Microsoft también habló de la necesidad de adaptar el propio aula físico para atender la diversidad y las muchas discapacidades de los alumnos, que son invisibles para el profesor. En este punto terció David Fernández, customer success director de Inbenta, una compañía especializada en desarrollar soluciones de lingüística basadas en inteligencia artificial, como chatbots. “En España se está empezando a valorar este tipo de soluciones. Sobre todo en universidades”. Pablo Márquez, de ClassInTheBox, no dudó en señalar que los programas de software potenciados con inteligencia artificial tendrán mucho protagonismo en el futuro y servirán para guiar al alumno en su aprendizaje.
Definitivamente, casi todos los asistentes al debate organizado por CHANNEL PARTNER coincidieron en señalar la inteligencia artificial como una tecnología capaz de mejorar notablemente el trabajo y rendimiento de profesores y estudiantes. “El futuro tiene que ver con IA, analítica, chatbots… Para guiar al alumno y ayudar a los profesores a analizar y lidiar con la diversidad de los estudiantes”, recalcó Diego Granja. “La IA a veces puede ser un formulario que se corrige y le quita trabajo al docente. También está el metaverso. Pero todo esto no funciona si no hay rigor y plan de centro”, advirtió Lidia Pitzalis, de Edelvives.
“El futuro tiene que ver con IA, analítica, chatbots… Para guiar al alumno y ayudar a los profesores a analizar y lidiar con la diversidad de los estudiantes”, recalcó Diego Granja, de Samsung
María Comín, de Microsoft, hizo énfasis en las posibilidades del metaverso, que dijo que “ya está aquí” y que empieza a ser una herramienta clave para preparar a los estudiantes del futuro. Para Javier Arroyo, de Smartick, será clave “la personalización”. “Tenemos que adaptarnos como un guante a las necesidades de cada alumno. Y la inteligencia artificial ayudará. Además, hay que formar en competencias. Los niños tendrán que aprender a discriminar información y tener pensamiento crítico. Más que memorizar. Por otro lado, hay una gran distancia entre el mundo académico y el laboral. La empresa y los centros deberán hablar más”.
En este punto disintió completamente Pilar López, de U-tad, que aseguró que muchos de sus alumnos están trabajando antes de acabar sus estudios por la alta demanda que hay de perfiles técnicos. También Fabiola Pérez, de Mioti, dijo que las empresas le quitan a sus alumnos de las manos. Aunque admitió que en la universidad pública hay pendiente un trabajo de actualización de estudios y contenidos.
