Emilia García es la directora de alianzas y canal de SAS en Iberia. SAS es una de las firmas de referencia en el ámbito de la analítica de datos. En esta entrevista, habla de la situación de las empresas españolas a la hora de sacar partido a su información, y también de la migración de la compañía y de su base de clientes al cloud, y del momento de su canal de partners.
Conceptos como big data y analítica de datos están en boca de todo el mundo. Se suele decir que los datos son el petróleo del siglo XXI y que los modelos de negocio de las empresas más avanzadas están precisamente centrados en la explotación del dato. Pero, ¿cómo están las cosas en España y en las empresas locales? ¿Han entendido el mensaje?
Después de casi 20 años, hablar de big data como una novedad resulta cuando menos paradójico. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que, independientemente de su tamaño, todas las organizaciones ya son data driven, incluso las que no saben aún que lo son. Hoy en día nadie toma decisiones sin que estén basadas y respaldadas por los datos.
En SAS, desde nuestro origen, lo que hacemos es ir un paso más allá. No solo ayudamos a tomar decisiones que estén basadas en los datos históricos, sino que ayudamos a las compañías a prever hacia donde van. Eso es lo realmente relevante.
En cuanto a la adopción de la analítica avanzada en España, evidentemente en las grandes empresas ya se está trabajando en proyectos de analítica e inteligencia artificial en todos los ámbitos. En aquellas que son más pequeñas, hay una gran adopción de esta analítica en la parte comercial, es decir, todas aquellas compañías que están operando en el ámbito del e-commerce. Sin embargo, todavía existe una carencia en áreas como, por ejemplo, fabricación o en empresas más industriales.
¿Cómo marcha el negocio de SAS en España? ¿Cuáles son los focos de actuación de la compañía a nivel local?
Desde hace varios años, el negocio de SAS en España ha progresado de una manera consistente, con buenos resultados. Esto se debe a que, recientemente, uno de nuestros principales focos es ayudar a nuestros clientes en su viaje hacia el cloud, algo estratégico para la compañía.
En esta migración a la nube contamos con una alianza a nivel global con Microsoft, mientras que en España tenemos grandes iniciativas conjuntas, como el trabajo de modernización que estamos llevando a cabo con distintos ayuntamientos para la identificación de distintos patrones de fraude.
“Si miramos a medio y largo plazo, la próxima gran demanda será la de arquitectos de nube”
¿A qué segmentos de cliente se dirige la filial? ¿Cuáles son sus prioridades en estos momentos?
Una de nuestras principales características es que el nivel de adopción de SAS es multisegmento y lo que realmente nos diferencia es el modelo de negocio con el que llegamos a los clientes. Es decir, tenemos un mercado al que vamos de forma indirecta y luego otro en el que mantenemos el liderazgo comercial, pero en el que tenemos una gran colaboración con nuestros partners.
En este escenario, una de nuestras principales prioridades en la actualidad es desarrollar un ecosistema de partners con una gran especialización en la oferta SAS, especialmente en SAS Viya 4.
¿Hasta qué punto está migrando SAS su clientela a la nube y cómo marcha esta migración ahora? Lo digo porque no hay empresa de tecnología que se precie que no tenga una propuesta potente de cloud.
Desde hace unos años este es uno de nuestros pilares estratégicos, no solo a nivel España, también a nivel global. De esta manera, estamos ayudando a nuestros clientes a dar este paso y para ello hemos cambiado también nuestro modelo de licenciamiento y, como ya hemos comentado anteriormente, hemos firmado una gran alianza estratégica con Microsoft. Prueba de ello es el anuncio de que nuestra plataforma SAS Viya está disponible en el marketplace de Azure, con un novedoso sistema de pago por uso.
En cualquier caso, tecnológicamente somos “multicloud”, es decir, nuestras licencias son desplegables en todas las nubes públicas estándares del mercado, así como en las nubes privadas de nuestros propios clientes. Esta versatilidad es otros de nuestros valores diferenciales.
“En la actualidad, los partners están manejando más de un tercio de nuestra base instalada en España”
¿No cree que los últimos años Microsoft, con su Power BI, se ha hecho dominante en el ámbito de la analítica en España? Lo digo porque noto poca visibilidad en estos momentos de competidores históricos de BI.
Como su propio nombre indica, Power BI es una herramienta de business intelligence y SAS tiene su foco en otro segmento, como es el de la analítica avanzada.
¿Con qué canal acreditado y activo cuenta SAS ahora mismo en España?
En los últimos años, la estrategia de SAS en España ha sido enfocarse en un número reducido pero fuerte de resellers, y en la actualidad están manejando más de un tercio de la base instalada de la compañía en nuestro país.
¿Qué ofrece SAS al canal que lo haga diferente y mejor que la competencia?
Creo que la verdadera diferenciación está en el producto que nosotros comercializamos y en el valor que añaden los distribuidores, no tanto en las condiciones, que suelen ser estándar en el mercado.
¿Cómo lleva una empresa como SAS y sus partners la enorme carestía de talento que hay en tecnología y sobre todo en áreas como la ciencia de datos?
Para nosotros esto es un claro indicador de que ha caído la demanda de programación y estamos viviendo un auge de la de científicos de datos. Esto tensiona el mercado desde el punto de vista de la oferta y la demanda. Para nosotros, es un claro síntoma de que nos encontramos en la era digital. Y si miramos a medio y largo plazo, la próxima gran demanda será la de arquitectos de nube.
Teniendo esto en cuenta, en SAS no consideramos que esta carestía de perfiles sea un gran problema. Nosotros hacemos un gran esfuerzo en innovación y formación para nuestros empleados, que compartimos al mismo nivel con nuestros partners. Así conseguimos tener una cantera permanentemente formada. Además de este esfuerzo, tenemos un buen programa de Academics en el que colaboramos con las principales universidades públicas y privadas para sus grados y masters, dando formación a los científicos de datos del futuro, para poder mitigar así esta carestía, poniendo así más recursos disponibles en el mercado.