Por Juan Antonio Fonseca Serrano
A la hora de dar forma a un negocio, existen muchas vías de hacerlo. Y no solo hablamos de cómo llegar a darle forma, sino también de su estructura, sus fines y la distribución de sus integrantes y socios, amén de las responsabilidades de los mismos. Respecto a esto último, una de las grandes categorías que ha surgido en la estructuración de las empresas es en base al tipo de responsabilidad que los socios contraen al fundarla. Eso es, justamente, lo que nos lleva a hablar de la existencia de sociedades de responsabilidad limitada y sociedades de responsabilidad ilimitada.
Ahora bien, ¿qué es cada una de ellas y en qué se diferencian? Conocer en qué se distancian es muy importante si se tiene en mente abrir un negocio, porque puede que sus modelos encajen más o menos con la idea que se tiene para una nueva empresa.
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Sociedad de responsabilidad limitada y de responsabilidad ilimitada, ¿qué son?
Antes de marcar la diferencia entre ambas, es importante saber qué es cada una. Primero, es buena idea que consultéis la definición de sociedad aquí mismo para refrescar conceptos en caso de dudas. Si se desconoce la base, es imposible hablar de todo lo que se construye sobre ella, y mucho menos comparar diferentes tipos o posibilidades. Repasa ese concepto y vuelve aquí o, si ya lo sabes, simplemente sigue leyendo.
Existen muchos tipos de sociedad, pero las más habituales son las dos que hemos mencionado. ¿Cómo funciona cada una? En primer lugar, vamos a empezar por la sociedad de responsabilidad limitada o SRL. La definición técnica de este tipo de organización es el de aquella mercantil en la que las responsabilidades que cada socio tienen respecto a la empresa están delimitadas por el capital que han aportado a la misma. De este modo, establece una clara diferencia entre el patrimonio de la empresa y el patrimonio de sus socios. Cada uno responde solo con un porcentaje del que dispone, no con todo.
La sociedad de responsabilidad ilimitada o SRI, por otra parte, establece que todos los socios de una empresa u organización son responsables de las obligaciones que esta haya contraído. En caso de ser necesario, tendrán que responder con su patrimonio frente a deudas adquiridas con terceros. Esto significa que no hay una barrera que distinga entre el patrimonio del o de los empresarios y el de la empresa en sí. Todo forma parte de un mismo conjunto, comprometiendo a cada socio activo en el negocio en este tipo de situaciones.
Cabe destacar en el caso de esta última que, además, también se la conoce como sociedad solidaria, ya que sus socios quedan comprometidos en caso de tener que afrontar cualquier clase de obligación a nivel de empresa. Viendo las definiciones de ambos tipos de sociedad ya resulta fácil ver cuál es su principal diferencia, aunque también hay otros aspectos menores a tener en cuenta. Vamos a ahondar en todo ello a continuación y a disipar cualquier atisbo de duda al respecto.
Diferencias: responsabilidad limitada frente a ilimitada
La primera y principal diferencia entre ambos tipos de sociedad queda clara en el caso de que el negocio afronte una deuda. En una sociedad de responsabilidad ilimitada, los bienes personales y de patrimonio de los socios están expuestos a posibles embargos en caso de que la deuda no se solvente. Todos tienen que responder y aportar lo que sea necesario para que la deuda quede saldada. Con las de responsabilidad limitada, esto no sucede, ya que la implicación se limita a un porcentaje en base a la inversión realizada por cada socio en el negocio.
Las diferencias no quedan ahí. Aparte de eso, por definición, estas sociedades solo pueden extenderse a unas categorías concretas. Las sociedades de responsabilidad ilimitada, por ejemplo, construyen el patrón que se aplica en las sociedades colectivas. Las sociedades de responsabilidad limitada, en cambio, son las que vemos en las más que tradicionales S.A. (Sociedad Anónima).
En las SRL la normativa afecta a accionistas y socios, mientras que en las SRI a los que afecta es tanto a socios como a propietarios únicos, la figura del accionista no está tan presente en estas últimas, o directamente ni existe. De hecho, en las ilimitadas se establecen diferentes tipos de socios que no pueden figurar, por naturaleza en las limitadas. Sus propuestas no encajan por el modelo del que parten.
Por eso, en las SRI se puede hablar de socios industriales, que solo aportan su trabajo pero participan en las ganancias (no en las pérdidas) y de socios capitalistas, que aportan capital y participan tanto en beneficios como en pérdidas dependiendo de su contribución. En las SRL, los socios siempre tienen una implicación limitada por el capital invertido o por cualquier otro acuerdo que haya de por medio en la organización. Ni más, ni menos.