A mediados de octubre Indra propuso a los sindicatos un despido colectivo que en principio iba a afectar a algo más de 1.000 profesionales de su brazo de informática, Indra Soluciones Tecnológicas de la Informacion (ISTI). Ahora, la compañía ha informado de que ha llegado a un acuerdo con “una amplia mayoría de la representación legal de los trabajadores”. Durante las negociaciones celebradas en estas últimas semanas, empresa y sindicatos “han hecho un esfuerzo para lograr un acuerdo que minimiza el impacto del proceso de reestructuración en el volumen de empleo”. Como resultado, el ERE afectará a un máximo de 580 empleados, y no a los 1.036 inicialmente previstos.
Esta reducción ha sido posible, según la compañía, por la puesta en marcha de varias medidas. Entre ellas está la presentación de un ERTE a un número máximo de 125 personas como medida para facilitar la formación y recualificación profesional. Durante un periodo de seis meses estos estarán obligados a realizar el programa de formación y recualificación profesional elegido y sufragado por la empresa, lo que permitirá al empleado obtener una certificación de aptitud en determinadas habilidades relevantes para mejorar su empleabilidad.
Además, habrá un ajuste salarial para un colectivo de empleados con salarios notablemente superiores a la media de su rol o actividad, como medida para la conservación del empleo, medida que afectará a un máximo de 100 empleados. También se han pactado mecanismos de protección a los empleados que, por su edad, se encuentran más próximos a la edad de jubilación. Así como medidas de protección de determinados colectivos más vulnerables o merecedores de un tratamiento más favorable para la conservación del empleo. Y, por último, habrá un plan de recolocación externo mejorando las exigencias de la legislación vigente para proteger y fomentar la recolocación o el autoempleo.