El PC, como muchas otras tecnologías, es muy estacional. Un porcentaje elevado de las ventas de ordenadores que cada año se hacen en el mercado español tienen lugar en el último trimestre del ejercicio, entre octubre y diciembre, coincidiendo con campañas comerciales como Black Friday o Navidad. Esa estacionalidad se ha notado en las ventas de PC (sobremesas y portátiles) del tercer trimestre. Y es que entre julio y septiembre, un periodo relativamente tranquilo, muchos canales de venta han adelantado compras para luego no tener problemas de abastecimiento a finales de año.
Y lo han hecho más de la cuenta por las dudas que hay sobre si Intel será capaz de mantener en los próximos meses el suministro de sus chips en unos niveles razonables. En concreto, en España se vendieron en el tercer trimestre del año 843.000 máquinas, un 4,3% más, según datos de IDC a los que ha tenido acceso CHANNEL PARTNER. Este repunte rompe con una tendencia a la baja de este mercado que duraba desde principios de 2018.
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HP, en lo más alto del ranking
Por fabricantes, HP volvió a liderar con claridad el mercado, con 291.000 equipo comerciales y un 34,5% de cuota, seguido por Lenovo (237.000 máquinas y 28% de share) y, ya muy lejos, Acer (76.000 equipos y sólo 9,1% del mercado). Por tipo de cliente, y como era de esperar en un momento pre-navideño, las ventas de equipos de consumo tuvieron mucho mejor comportamiento que las de PC profesionales. En concreto, y siempre según IDC, en verano los fabricantes pusieron en manos de sus mayoristas 480.000 PC de consumo, un 9% más.
Mientras tanto, las ventas de equipos para empresas y para la administración pública cayeron ligeramente (1,5%). Según fuentes del sector, “los cambios en el Catálogo de Patrimonio y la situación de suministro de Intel” están detrás de este descenso. No obstante, esas mismas fuentes también hablan del buen comportamiento de la demanda del sector educativo, sobre todo de portátiles de 11,6 pulgadas provistos de Windows o Chrome.
Las dudas sobre la capacidad de suministro de chips de Intel han impulsado el adelanto de las compras
Por formatos, el gran perdedor en el tercer trimestre fue el sobremesa, que cayó en unidades un 14%, en parte por la bajada de la demanda pública. En concreto, se comercializaron en España sólo 206.000 desktops. Muy diferente fueron las cosas para los notebooks. Según los datos de IDC, en julio, agosto y septiembre se vendieron 637.000 portátiles de todo tipo, casi un 12% más que en el mismo periodo de 2017. La anticipación de la campaña navideña, unido a la demanda de colegios y alumnos con el principio de curso, tiraron de este formato.
Incertidumbre en torno a Intel
En líneas generales, las ventas de los fabricantes al canal, que son las que refleja IDC, han crecido en el tercer trimestre porque la red comercial no quiere quedarse sin producto para una campaña que se antoja buena. Más si cabe cuando los cambios en los procesos de fabricación de Intel han llevado a los analistas a dudar de la capacidad del gigante del silicio para servir todo el producto requerido. Sin embargo, este adelanto de las ventas luego se puede volver en contra del sector con forma de sobredistribución, avisa el portavoz de un fabricante.
Agosto fue un mes crucial
Si se miran los datos de venta de GfK, que mide las compras efectivas de ordenadores por parte del usuario final, y no la que hace el mayorista al fabricante, la pintura está más matizada. GfK detecta una ligera caída de las ventas de PC en julio, del 1,5%; una subida de casi el 10% en agosto y un pequeño repunte del 3,5% en septiembre, hablando siempre en unidades. GfK también certifica la caída del desktop en beneficio del portátil, que también explotó en agosto.