España sigue teniendo unos niveles de piratería de software inasumibles. A la espera del informe mundial que IDC prepara cada dos años para la BSA, que saldrá en los próximos meses, los datos que hay son de 2015 y no son precisamente para tirar cohetes. Y es que en este país es pirata, es decir, que no paga derechos de propiedad intelectual, el 44% del software instalado en todos los PC del país. Se trata de un registro que deja a España entre los países más piratas de la UE, junto a Italia y Grecia, y muy lejos de los países más avanzados, donde los índices de piratería se sitúan en torno a la mitad.
Andrés Pí, responsable de políticas de licenciamiento en Autodesk y en estos momentos portavoz de la BSA en España, cree que los números van a ser más positivos en el informe que está a punto de salir. No obstante, reconoce que con la recesión volvieron “las malas prácticas” y hubo un retroceso que se prolongó de 2009 a 2013. “Con la piratería perdemos todos”, insiste Pí, quien saca cifras para demostrarlo. La BSA, la asociación de fabricantes de software cuya principal misión es combatir esta lacra, ha calculado que un 44% de piratería supone unas pérdidas para el país de 819 millones de euros (en el mundo las pérdidas del software sin licencia superan los 50.000 millones).
Además, merma las posibilidades de la propia industria del software, que en este país emplea a unas 600.000 personas. Y es que mientras que este sector productivo en España sólo aporta un 3,4% al PIB (unos 36.000 millones de euros), en la UE pesa más del doble, un 7,4%. La piratería es, pues, uno de los factores que impiden la creación de empresas y puestos de trabajo de calidad vinculados con el desarrollo e implantación de aplicaciones. Por otra parte, la BSA calcula que el 20% del software que instala el canal de distribución es pirata, y sobre todo va dirigido a las pymes. Pí dice que, en cualquier caso, el canal de venta es “cada vez más profesional” y apuesta cada vez más por aportar valor y trabajar con buenas prácticas.
Un 10% de las denuncias acaban en los juzgados, según el portavoz de la BSA en España
En una charla con CHANNEL PARTNER, Andrés Pí asegura que hay datos muy esperanzadores en España en la lucha contra la piratería. Así, las denuncias anónimas de particulares, empleados y exempleados, que son la principal vía de la BSA para perseguir la piratería, se han doblado de 2014 a esta parte. En concreto, han pasado de 300 anuales a casi 600. “Hay una mayor concienciación”, concede Pí. Del total de denuncias que recibe, la BSA emprende algún tipo de acción, como mandar una carta a la empresa presuntamente pirata o incluso ir a tribunales, la mitad de las veces. Además, en un 10% de los casos la asociación se embarca en procesos judiciales. Es decir, en estos momentos, la BSA va los juzgados unas 60 veces al año.
La pyme: la gran asignatura pendiente
A pesar de esta mayor concienciación, todavía queda mucho por hacer. Andrés Pí cree que la gran asignatura pendiente son las pymes y sus gestores, que no acaban de entender el valor de los activos de software y los mecanismos de su gestión. “Hay muchas empresas que todavía no consideran el software como un activo contable que se deprecia y que hay que amortizar. De ahí vienen las malas prácticas en la gestión de estos activos y la necesidad de implantar las prácticas de SAM (software asset management)”.
Además, el portavoz cree que la BSA debe aproximarse a las asociaciones y organismos públicos vinculados a las pequeñas y medianas empresas. “Las pequeñas compañías tienen que ver los peligros del software ilegal y los beneficios del legal. Hay que hacer mucho awareness (concienciación)”. Por último, Andrés Pí también cree que la nueva manera de consumir software a través de la nube está ayudando a reducir la piratería, aunque está por ver si, a medio y largo plazo, la piratería también colonizará este ámbito.
