El mes pasado, la filial de Fujitsu en España presentaba un expediente de regulación de empleo que afectaba inicialmente a 191 trabajadores, de los 1.600 con que cuenta en plantilla la firma en este país. La intención de despedir al 12% de la masa laboral fue justificada por Fujitsu como una forma de adaptarse a los nuevos tiempos, en los que el “mercado digital”, que es el que menos peso tiene en la actividad de la compañía, crece un 20%, mientras que el “tradicional”, que supone más del 90% de sus ventas de la compañía, decae un 5%. Además, Fujitsu ha sufrido el parón inversor de la Administración pública española, que es ostensible desde el pasado mes de julio. Y es que, según los últimos datos contables de la compañía, el sector público supone un 40% de la facturación total.
Pues bien, según Europa Press, ahora la dirección de Fujitsu y los sindicatos UGT, CCOO y USO han llegado a un preacuerdo que reduce en torno a un 20% la cifra inicial de despidos, con lo que al final el ERE acabará a afectando a unos 160 empleados. Además, ese preacuerdo establece indemnizaciones de 45 días por año trabajado, con un tope de 30 mensualidades. Además, de unas cantidades lineales por tramos de antigüedad de hasta 6.000 euros. El preacuerdo contempla la apertura de un periodo donde la empresa recibirá bajas voluntarias. En cualquier caso, el objeivo es que el proceso esté culminado antes de junio.
Estas medidas deberán ser ahora ratificadas por las distintas asambleas de los trabajadores en los centros afectados. Hay que recordar que en principio el centro laboral más afectado iba a ser el de Madrid, donde se esperaban inicialmente alrededor de un centenar de despidos, aunque también iban a sufrir recortes las oficinas de Fujitsu en Sevilla, Valencia, Tenerife, Zaragoza, Oviedo, Las Palmas, Cornellá, Barcelona y Málaga.
