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Llevaba meses anunciándolo, y ayer Samsung presentó por fin en Nueva York y en Londres el nuevo Galaxy S8. De esta manera, la coreana quiere resarcirse del fiasco que supuso el Galaxy Note 7 y su retirada del mercado por el calentamiento de las baterías. El nuevo teléfono de gama alta de la coreana no es revolucionario y sí continuista. Samsung ha ido a asegurar, con la idea de ir recuperando poco a poco la credibilidad perdida y minimizar el impacto que puedan tener así las novedades de su más directos competidores, Huawei, LG y Apple, que también están optando por el conservadurismo en sus últimos smartphones de gama alta.
De hecho, Samsung instala en el S8 baterías de 3.000 y 3.500 mAh que son fabricadas de acuerdo a un estricto protocolo de seguridad. Además, se calientan menos al llevar el nuevo smartphone un procesador de 10 nanometros (el primero de la industria, según la compañía) más pequeño que el del S7. El Galaxy S8 se pondrá a la venta en Europa y en España el próximo 28 de abril. Se comercializará en tres colores (negro, gris orquídea y plata) y estará disponible a un precio recomendado de 809 euros para S8 estándar y de 909 euros para el S8+.
Siguiendo la estela del Galaxy S7 y de otros competidores, como LG, el nuevo teléfono de Samsung se presenta con una pantalla que ocupa todo el frontal del aparato. Disponible en 5,8” y 6,2”, la pantalla sin marcos elimina incluso el botón físico de inicio. En cuanto a las cámaras, la frontal es de 8 MP con autoenfoque inteligente. Mientras tanto la trasera es F1.7 de 12 MP y permite capturar instantáneas con poca luz.
Para garantizar la seguridad del aparato, Samsung vuelve a potenciar el nuevo móvil con su plataforma Knox. Además, el dispositivo va provisto de tecnologías biométricas, incluyendo escáner dactilar, escáner de iris y reconocimiento facial, de tal modo que los usuarios puedan elegir el método de autenticación biométrica segura que mejor les funcione. También es compatible con Samsung Pay, el servicio de pago por móvil que ya está avalado por más de 500 grandes bancos internacionales y regionales.
Teléfono que se convierte en ordenador
El usuario puede interactuar con el teléfono gracias a Bixby, el asistente virtual de Samsung. Además, la función de voz de Bixby se integra con varias aplicaciones y funciones nativas de Samsung, incluyendo la cámara, contactos, galería, mensajes y ajustes. Una novedad interesante es la de Samsung DeX, que permite convertir al S8 en un ordenador. Se trata de una peana desde la que puede mandar señal a un monitor para convertirse en un puesto de trabajo que funciona con un sistema de ventanas muy parecido a Windows.