La tan manida transformación digital también está cambiando por completo el panorama en el mundo del almacenamiento de la información. Hoy todos queremos acceder a los datos en cualquier momento y desde cualquier lugar y dispositivo. Además, las empresas se han dado cuenta de que lo más valioso que poseen es la información que tienen sobre sus clientes o las tendencias que estos datos marcan. Por otro lado, se imponen los entornos híbridos. Antes, casi toda la información se alojaba en cabinas propias, pero hoy se reparte por clouds privadas, públicas e híbridas. El mundo se ha llenado de clouds heterogéneas.
Para dar respuesta a esta complejidad creciente, según cuenta Javier Martínez, director técnico de NetApp en Iberia, “tiene que haber un cambio en la forma en que las compañías gestionan y protegen sus datos”. En opinión de Martínez, ni proveedores, ni partners, ni clientes “pueden seguir pensando en el tradicional dato replicado, con múltiples copias como salvaguarda”. Esta migración de las entidades a entornos puramente digitales marcará todo, desde la evolución del hardware que acoge los datos, con el Flash como formato triunfante, a la organización de los propios sistemas, donde se impone la virtualización a través del SDS (siglas en inglés de software defined storage).
“El método tradicional de adquirir almacenamiento se ha vuelto insostenible. Afrontar los requerimientos provocados por el crecimiento exponencial de los datos solamente mediante la compra de cabinas, sin aplicar una capa de inteligencia y de automatización para mejorar su administración, no sirve más que para aumentar exponencialmente los costes de personal y gestión”, asegura por su parte José Antonio Corredor, ingeniero de ventas de Dell EMC.
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Crece el despliegue; bajan los ingresos
Pero antes de profundizar más en estos cambios, cabe preguntarse cómo está hoy el negocio del almacenamiento en España y en el mundo. Según la consultora IDC, fabricantes y partners cada vez despliegan más capacidad en los clientes con el fin de satisfacer esta sed permanente de datos, aunque también ingresan menos, a consecuencia de la caída en los precios medios del terabyte (TB). Es una tendencia que se repite machaconamente.
IDC calcula que en 2016 se llegaron a desplegar en España algo más de 739.000 TB, un 23% más que el año anterior. Por el contrario, el gasto de los clientes en estos despliegues se redujo casi un 6%, pasando de 266 a 251 millones de dólares. En España y en Europa, la caída del precio pagado por cada gigabyte fue del 20% durante el último ejercicio, pasando de 47 a 37 céntimos de dólar. Javier Martínez, de NetApp, dice que la bajada de los precios se ha debido sobre todo a la caída del Flash o SSD, que ha sido de un 30% con respecto a años anteriores. Mientras tanto, el precio de los discos SATA se ha mantenido, y el de los SAS, los antiguos discos de alto rendimiento, que están demandándose mucho menos debido el ímpetu del Flash, también se ha desplomado.
Flash: una tecnología killer
La emergencia del Flash ha sido uno de los cambios más drásticos en el mundo del storage en los últimos años. La popularización de los circuitos integrados, en detrimento de los sistemas mecánicos de disco o cinta, se asienta en sus ventajas. Y es que el Flash aporta rendimientos superiores, menores tiempos de respuesta, menores latencias en el acceso, menor consumo de energía y más escabilidad que los discos analógicos. Javier Martínez, de NetApp es rotundo cuando dice que en la práctica el Flash está haciendo desaparecer al disco SAS.
José Moreno, director de desarrollo de negocio de almacenamiento en Fujitsu, considera que al día de hoy los clientes ya confían plenamente en la tecnología All-Flash (cabinas sin partes mecánicas y donde todo son circuitos). “En el CPD la tecnología Flash supone una pequeña revolución, ya que está rompiendo con cosas que antes se daban por asumidas, como que si compras un terabyte de disco pondrás en él 600 GB de datos como mucho, mientras que con un terabyte en Flash puedes poner dos terabytes de datos”, asegura Albert Casadejust, CIO de Omega Peripherals, un integrador que revende en España sistemas de los principales fabricantes de storage.
[La versión completa de este reportaje está disponible en el Kiosko Digital de BPS, al que puedes acceder pinchando aquí].