A principios de 2014 la todopoderosa Google adquiría Nest Labs por 3.200 millones de dólares pagados en efectivo. El fabricante de termostatos, alarmas de humo y cámaras de seguridad para el hogar había sido fundada por Tony Fadell, uno de los creadores del iPod. La operación era una señal clara de las posibilidades de mercado que tienen las tecnologías para el llamado hogar inteligente o smarthome. En los últimos informes de mercado de la consultora Context, esta línea de productos está casi siempre entre las que más crecen en el canal de distribución, y si no lo hace más es porque los usuarios consideran que configurarlos y ponerlos en marcha es complicado y sienten que no tienen nadie que les dé soporte.
Ahora, Nest, aprovechando el músculo financiero de Google, desembarca en varios países europeos, incluido España, con una línea de producto de cuidado diseño y que precisamente reduce cualquier complejidad y se presenta prácticamente como plug and play. “No fabricamos para geeks, sino para gente normal”, mantienen desde la compañía. En concreto, Nest empieza a vender desde mediados de febrero dos cámaras de vigilancia (una interior y otra para exteriores) y su famoso termostato redondo y coronado por una pantalla retina.
Tech Data, como ya pasa con el Chromecast, será inicialmente el único mayorista en España de esta línea de dispositivos, que en principio se va a comercializar a través de Amazon, El Corte Inglés, Media Markt y Baxi, fabricante de calderas y aparatos de aire acondicionado, además de por la propia web de Google. En todo caso, y según ha avanzado Lionel Paillet, jefe de la compañía en Europa, este canal de distribución se irá incrementando en el futuro. Entre otras cosas, Nest buscará como aliados a compañías eléctricas o de gas que operan en España. De hecho, Nest ya tiene acuerdos con 65 compañías energéticas en todo el mundo.
Termostato y cámaras inteligentes
El Nest Learning Thermostat memoriza las temperaturas que gustan al usuario y luego las programa automáticamente. Además, a través de la app del fabricante, desde la que se puede gestionar cualquiera de sus dispositivos, el usuario puede controlar el sistema para que esté la casa caldeada cuando llegue. Adicionalmente, el termostato envía un reporte periódico de consumo energético al propietario. El dispositivo, que viene con un aparato más clásico que es el que se engancha en la caldera y que proporciona vía Wi-Fi los datos al dispositivo electrónico, sale con un precio de 249 euros, IVA incluido. Eso sí, el fabricante dice que el propietario amortiza su inversión en sólo dos años.
En el apartado de cámaras, Nest desembarca en España con dos dispositivos: la Nest Cam Indoor y la Nest Cam Outdoor, ambas con un precio de 199 euros, IVA incluido. La exterior es resistente a sol y lluvia, y detecta movimientos y permite incluso hablar a los intrusos desde el teléfono. Por su parte, el dispositivo para interiores es capaz de iluminar la estancia cuando llega la noche. Además, el usuario puede contratar un servicio en la nube, Nest Aware, que guarda todo el tiempo de grabación de las cámaras y permite saber lo que pasó incluso si alguien roba el aparato. Este servicio está disponible desde 10 euros al mes, o 100 al año. Lionel Guicherd-Callin, jefe de producto de Nest en Europa, asegura que las cámaras usan algoritmos de Google fotos que las hacen más precisas, y que son capaces de distinguir los movimientos habituales, por ejemplo de ramas que son movidas por el viento en el jardín, de otros más sospechosos.