Tras el batacazo que se han metido algunos analistas al vaticinar que la economía británica experimentaría un considerable descenso después del Brexit, las consultoras están siendo muy prudentes a la hora de valorar el alcance de este desafío en las distintas industrias británicas. BMI Research ha tomado en consideración estas correcciones y conviene en que, de momento, no parece que la inminente salida de la UE del Reino Unido vaya a afectar tanto a los negocios TI británicos.
En un primer momento la depreciación de la libra esterlina afectó al incremento de los precios de hardware en el segmento retail, sin embargo en 2017 la incertidumbre afectará más a los segmentos de software y servicios cuyo gasto disminuirá ante el previsible retraso y puesta en marcha de muchos proyectos. El impacto podría afectar exclusivamente a los márgenes de negocio porque es previsible que el gasto de TI continúe creciendo a lo largo de los cuatro años considerados.
No obstante, las expectativas son a la baja, sobre todo si triunfa la tesis del Brexit duro que podría priorizar los controles y poner impedimentos que detendrían el avance de las empresas británicas especializadas en soluciones y servicios TI. Al igual que sucede en otras grandes economías del continente, los servicios continuarían representando la parte del león con unos ingresos que experimentarán un crecimiento del 3,7% entre 2016 y 2020, pasando de los 29.900 millones de libras a los 34.600 millones de libras esterlinas. Las tendencias de negocio que impulsarán las ventas serán el cloud computing y los servicios asociados mientras que el gasto de la Administración podría activarse si se relajan la restricciones fiscales.
El software también avanzará un 3,5%, desde los 14.800 millones de libras hasta los 17.000 millones de libras en 2020. Menor progresión se producirá en el negocio de hardware donde e crecimiento será testimonial y será de tan solo un 0,4%. Tras varios años de caídas es posible que el negocio de hardware comience a repuntar en 2018 aunque todo dependerá también de varios factores, como la canibalización del gasto de tabletas por parte de los smartphones.