Si hace un par de años hablábamos del entorno universitario y el sector hotelero como los dos nichos de mercado que más demandaban conexión inalámbrica (y más concretamente Wi-Fi), ahora son los centros comerciales los que empiezan a ver con buenos ojos la implantación de redes inalámbricas en sus instalaciones.
Así se lo ha confirmado a Redes&Telecom, en el marco del Congreso-Expo de Aslan 2016, Juan Manuel Blanco, director de desarrollo de negocio de Wifidom, mayorista especializado en soluciones inalámbricas, que apunta ciertos cambios en el mercado Wi-Fi de un tiempo a esta parte: “Por un lado, la crisis ha hecho que la Administración Pública deje de invertir, lo que se traduce en un claro parón en la demanda de redes wireless por parte de las universidades, cuando antes era uno de los sectores que más despliegue de Wi-Fi hacía”.
Los otros sectores que se sumaban tradicionalmente a la demanda de conexiones inalámbricas, junto con las universidades, son la industria hotelera, los hospitales y los colegios privados. “Por suerte, todos ellos siguen solicitando despliegues de Wi-Fi”, asegura Blanco.
La novedad estriba ahora en los centros comerciales que “empiezan a tomarse interés por las conexiones inalámbricas y a demandarlas”, indica el directivo deWifidom. Son el nuevo objetivo de los proveedores.
Controlar los movimientos del cliente
El hecho de que los centros comerciales se hayan subido al carro de los despliegues de Wi-Fi va íntimamente ligado al avance del marketing digital. Pedro Martínez, ingeniero de Aruba, a Hewlett Packard Enterprise Company, detalla también en Aslan 2016 que “ahora mismo el mercado demanda tecnología 802.11ac que aporta gran calidad de transmisión a un precio razonable y se busca en las conexiones inalámbricas el valor que se puede extraer de cara al negocio”.
Los centros comerciales se han dado cuenta de que si proporcionas conexión wireless gratis a los clientes obtienes información valiosa de los mismos: qué zonas del recinto le interesan más, cuánto tiempo se detiene mirando un escaparate, cuántas veces pasa por el mismo comercio, etcétera. Ya no solo hablamos de tecnología Wi-Fi, sino también de buscarle nuevas posibilidades al Bluetooth, “son algo así como GPS de interiores, guían al cliente indicándole dónde está la promoción que más se ajusta a sus gustos y, al mismo tiempo, le tienes localizado en todo momento”, indica Martínez. Y como guinda, el marketing digital ofreciendo anuncios lo más personalizados que se pueda, mandando notificaciones de las últimas promociones de un establecimiento, descuentos, etcétera. “Las empresas están interesadas en un Wi-Fi –o cualquier otra conexión inalámbrica– que forme parte de una plataforma tecnológica de la que extraer valor y, a partir de ella, desarrollar aplicaciones y servicios que atraigan al cliente final”.