En 2010, en una entrevista concedida en un evento organizado por The Wall Street Journal, ese santo laico llamado Steve Jobs, creador de ingenios que han enloquecido a media Humanidad, se despachó a gusto durante una hora y media sobre el futuro de la informática, la competencia de Apple o sobre los inconvenientes de Flash frente a HTML5. Jobs puso de moda en su famosa charla con el reputado periodista tecnológico Walt Mossberg la idea de que habíamos entrado en la era “post-PC”.
Con sus tejanos y con su jersey oscuro de siempre, nos vino a decir el genio Jobs que mejor nos despidiéramos del viejo ordenador, al que comparó con los carros tirados por bueyes, tan útiles en la América rural de otra época, pero un sinsentido después de la llegada del coche y de la acelerada urbanización del país a principios del siglo XX.
Como por embrujo, toda la industria empezó a hablar de la muerte del PC, un final alentado por unas cifras de venta siempre a la baja y por el boom, al mismo tiempo, de tabletas y smartphones. Incluso los fabricantes de PC llegaron a contagiarse del clima mortuorio y se sacaron de la manga el concepto de “PC plus”. El viejo ordenador no moriría, defendían, pero se transformaría en algo nuevo, quizá irreconocible para los usuarios.
Pero, mira por dónde, la realidad es muy tozuda y las cifras de venta de los últimos trimestres están poniendo en cuestión los augurios de Jobs. En España, donde los niveles de comercialización del PC estaban en caída libre hace menos de 12 meses, ahora repuntan con fuerza. Según IDC, aquí se vendieron un 50% más de equipos entre abril y junio. Aunque hay efectos estadísticos que corregir, y que seguramente mermarían en alguna proporción este avance, lo que es innegable es que el PC está más vivo que nunca.
En cuanto la crisis ha amainado y las expectativas de las empresas han empezado a mejorar, el ordenador ha vuelto a levantar el vuelo. Porque, al contrario de lo que decía Jobs, el PC está muy lejos de ser un objeto para los locos de los vintage. Al revés, el PC sigue siendo una herramienta imprescindible en cualquier empresa y el centro necesario para un hogar digital cada vez más diverso y conectado.