Los fabricantes de siempre se las tienen que ver hoy con nuevos players, como Huawei, Lenovo o los proveedores asiáticos que colocan sus máquinas en los grandes centros de computación de Google, Facebook o Amazon. Mientras tanto, x86 sigue ganando terreno al resto de plataformas, y los equipos en torre siguen cediendo frente al rack o los blades.
El negocio de los servidores no está siendo inmune a la crisis, al cambio de modelo en la informática corporativa, donde se impone la centralización de la infraestructura y los servicios, y al continuo retraso en la renovación del parque instalado. Los últimos datos de las casas de estudios de mercado muestran que la tendencia a la baja en las ventas, que ha sido la tónica del año, continúa. Según IDC, los ingresos mundiales por la comercialización de servidores (que totalizaron 12.100 millones de dólares) cayeron un 3,7% en el tercer trimestre.
El dato, con ser malo, es mejor que el del segundo trimestre, cuando el retroceso llegó al 6,2%. En total, se comercializaron en todo el mundo 2,3 millones de máquinas. Además de la caída, surge una realidad inquietante para las primeras marcas. Y es que los fabricantes de equipos de marca blanca asiáticos son los que más están avanzando en estos momentos porque están atendiendo la demanda de los grandes proveedores de Internet y de la nube (como Amazon, Google, Rackspace o Facebook, entre otros). Son proveedores como Quanta Computer, Wistron, Compal o Invectec, que han subido en el último trimestre un 45%, según IDC, y que acaparan ya un 6,5% del mercado mundial en ingresos…
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