Durante décadas Windows ha sido el sistema operativo hegemónico en los PC de todo el mundo. Durante mucho tiempo no hubo nadie que le hiciera sombra o amenazara su reinado en las oficinas y en los hogares del planeta. Windows, con una cuota de mercado de más del 90%, dominaba con autoridad y mantenía a raya a Mac OS, reducido al entonces diminuto universo de los maqueros y de los especialistas del diseño, y a las distintas distribuciones Linux, que solo cuajaron entre incondicionales y en algunas administraciones con ánimos de ir a contracorriente.
Sin embargo, cuando ya la batalla parecía definitivamente ganada por el sistema de las ventanas (ahora losetas en Windows 8), empieza a consolidarse el competidor más serio de Microsoft en el escritorio del ordenador desde finales de los 80, con la excepción de Apple, que, como decíamos, siempre ha tenido su público. Se llama Android, y no necesita a estas alturas presentaciones. Todo hijo de vecino está familiarizado a estas alturas con el sistema operativo (basado en Linux) adquirido por Google a una compañía del mismo nombre allá por 2005.Y es que un 80% de los smartphones y tabletas que se venden en el mundo lo llevan incorporado en alguna de sus versiones.
Conscientes del cambio de tendencia en el mundo de la microinformática, donde el PC de siempre cede protagonismo a los formatos más ligeros, los fabricantes de ordenadores no sólo están lanzando equipos versátiles por diseño (híbridos que son portátil o tableta según las necesidades del cliente en cada momento) sino también por el software que incluyen, pues pueden arrancarse tanto desde Android como desde Windows. Este mestizaje se ha vuelto a ver en el CES de Las Vegas, incluso en sistemas que van dirigidos al tradicionalmente gris mundo de la empresa.
A pesar de estar de capa caída (en el último trimestre sus ventas cayeron un 11%, según IDC), la taiwanesa Asus presentó en la ciudad de los casinos el Transformer Book Duet, una tableta de 13,3 pulgadas con doble sistema operativo (Android 4.2 y Windows 8.1). Se trata de un sistema que también funciona como portátil cuando se conecta a un teclado. La compañía dice que este Transformer es un “cuatro en uno”, pues permite pasar en cuatro segundos de Android a Windows, tanto en modo portátil como en modo tableta. Aunque lleva lo mejor de Intel para escritorio (un Core i7) y una SSD en la tableta de 128 GB, el precio de partida está bastante ajustado, y rondará los 450 euros.
Pero el movimiento más significativo lo ha hecho en estos días HP, que ha presentado los primeros equipos todo-en-uno destinados al mundo empresarial que van con Android, un sistema que tímidamente había incorporado antes a sus tabletas. Estas novedades muestran que las otrora inquebrantables alianzas de los grandes fabricantes con Microsoft se han volatizado, y además sin rumor. El HP Slate 21 Pro AiO, destinado a entornos educativos y a puestos de información, se integra sin problemas con teléfonos y tabletas del androide y está coronado por una pantalla de 21,5 pulgadas. Además, no está gobernado por el típico procesador de Intel, otro clásico de los escritorios, sino por un chip de doble núcleo Tegra de Nvidia, otro proveedor de CPU venido a más al calor de la telefonía móvil y de las tablets. El precio también es atractivo en este caso: 399 euros pagarán los españoles que se decidan por él cuando esté disponible, previsiblemente en mayo de este año.