Las ventas de PC llevan casi dos años de capa caída. El paro, los recortes sociales y la incertidumbre que se ha instalado en la economía han afectado muy negativamente a la adquisición de nuevas tecnologías por parte de las familias españolas. Como consecuencia, los propietarios de ordenadores llevan mucho tiempo estirando la vida de su equipo de siempre para evitar su sustitución. Esto ha provocado que muchas tiendas que en el pasado vivieron de la comercialización de equipos nuevos, hoy sobrevivan con las reparaciones y de la venta de componentes y piezas. Es una tónica que se extiende a otros sectores, como el de la ropa.
Sin embargo, en Intel España creen que esta tendencia a la baja puede tener un punto de inflexión este año, pues se acerca la hora de que los usuarios cambien unos ordenadores que ya están al límite y que no están en disposición de aprovechar las posibilidades que da Internet. Un estudio de intención de compra encargado por el fabricante de procesadores a la consultora Gfk consistente en un millar de entrevistas en todo el territorio nacional, aporta indicios. Si la intención de compra de ordenadores (el porcentaje de consultados que dijo que iba a adquirir un ordenador en el momento de la consulta) bajó sistemáticamente desde que empezó la crisis en 2008 hasta 2011 (pasó del 5% a poco más de un 1%), en 2012 ha vuelto a los niveles de 2009, cuando superó el 3,5%.
“Solo con actualizar un 5% del parque de sobremesas y portátiles, volveríamos a los niveles de gasto de 2010”, asegura Javier Galiana, director de consumo de Intel Ibérica.Además de un ciclo de vida que no da más de sí, novedades como Windows 8 también pueden animar a muchos consumidores. El estudio desvela que el primer motivo de compra es la sustitución, seguido por la satisfacción de nuevas necesidades a causa de los cambios de hábito y, en tercer lugar, el capricho. “Ahora queda esperar que la industria, los fabricantes y los retailers lo hagamos bien para aprovechar este interés y volver a un nivel de ventas de hace dos años”, añade Galiana.
El estudio de Intel, que, al contrario de otros informes, no se centra en los jóvenes urbanos adictos a la tecnología y con conexiones rápidas de Internet, sino que se abre a toda la población de país de más de 14 años, muestra datos sorprendentes. Uno de ellos es que el sobremesa es el formato más deseado por los que tienen intención de adquirir una máquina (29%). Mientras tanto, el Ultrabook es una opción para el 21% y otro 17% se decanta por un portátil. Además, la tableta, un formato de moda, solo es mencionada por un 11% de los encuestados. Galiana explica que las pizarras digitales en muchos casos se compran por impulso y no se tienen en cuenta en este tipo de encuestas de intención. Pasa lo mismo con los netbooks, que, por su precio (unos 300 euros), no son una compra muy meditada.