Había rumores de que Microsoftestaba trabajando en un nuevo dispositivo capaz de plantarle cara al exitoso iPad y ya lo dice el refrán, cuando el río suena… En esta ocasión se han cumplido los augurios y ha sido el propio Steve Ballmer el que presentó en sociedad a Surface (lo hizo el pasado lunes 18 de junio en Los Ángeles). Aunque el nombre no es muy original que digamos, pues la compañía ya lo ha utilizado para designar otro producto de su catálogo -una mesa interactiva que permite manejar contenidos digitales a golpe de dedo y que remozó hace poco de la mano de Samsung- según parece se trata de una tableta que promete responder a las expectativas. O dicho de otra manera, estar a la altura de los competidores (incluidos en el saco los Ultrabooks).
A tal fin viene equipada con Windows 8, el nuevo sistema operativo de la multinacional -especialmente orientado a pantallas táctiles y que aterrizará el próximo otoño-, y se lanzará en dos versiones. La primera (gestionada por Windows RT) estará provista de procesador Nvidia (diseñado por ARM) y capacidades de almacenamiento interno de 32 y 64 Gb. Más detalles: su peso será de 676 gramos y su grosor de 9.3 milímetros.
De otro lado, se espera que el segundo modelo (controlado por Windows 8 Pro) sea más grande, alcanzando los 903 gramos y 13,5 milímetros. Asimismo, contará con un chipset de Intel y estará disponible en dos configuraciones posibles: de 64 y 128 Gb.
Ambos dispositivos comparten prestaciones: lucen una pantalla de 10,6 pulgadas, una carcasa de magnesio VaporMg e incorporan una tapa trasera que se separa del resto del cuerpo para actuar como atril. Microsoft acompaña estos lanzamientos con un par de teclados que se unen al equipo mediante imanes y se esconden en la funda: el Touch Cover, disponible en varios colores, y el Type Cover, que llega a los cinco milímetros de grosor. También el Surface más profesional dispone de soporte para punteros.
En lo que respecta al precio, la compañía de Redmond no ha querido desvelar este dato aunque será “comparable” con otras soluciones similares, tal y como indicó Ballmer. Así las cosas, se prevé que rondará los 600 euros en el primer caso y los 1.000 euros en el segundo. Tampoco se sabe a ciencia cierta la fecha de lanzamiento de una y otra tableta pero se especula que la versión más básica verá la luz en septiembre u octubre (coincidiendo con la salida oficial de Windows 8) y puede que la “profesional” llegue a principios de 2013. En cuanto a su comercialización, según informa el portal CRN.com, Microsoft venderá su tableta a través de sus tiendas en los EEUU y desde diversos portales de compras online, sin embargo no ha revelado detalles acerca de sí contará para tal empresa con su canal de distribución, aunque nada indica que vaya a modificar su modo de proceder en este sentido.
Reacciones del sector
Con la presentación de Surface, Microsoft lleva a cabo un giro estratégico. Hasta la fecha, la firma ha sustentando su negocio en acuerdos con fabricantes de ordenadores a los que suministraba su software. A raíz del lanzamiento de estas tabletas, el gigante estadounidense empieza a competir con ellos. Al cierre de estas páginas, grandes aliados de su causa –y sus cifras de resultados-, como HP, Toshiba o Asus no se han pronunciado sobre el anuncio aunque sí lo han hecho los analistas. La primera reacción provino de Ovum. “La propuestas es un voto de desconfianza a sus socios OEM, que deberían sentirse menospreciados e incluso retados, y es raro para propietario de sistemas operativos competir con sus partners de desarrollo”, declaró el analista jefe de telecomunicaciones de la consultora, Jan Dawson. En su opinión, las versiones de prueba disponibles provocarán la confusión en el consumidor y al desconocer el precio “es imposible juzgar con certeza el impacto de este lanzamiento”. Jaime García Cantero, por su parte, cree que “es probable que estén enfadados, porque no les hará ninguna gracia”. Y recuerda: “La idea no es mala, aunque no sea la primera vez que Microsoft la lleva a cabo”. Antes de la llegada del iPad, “tenía versiones táctiles de Windows para aparatos que venían con teclado físico, pero también se podían utilizar con los dedos”. No en vano, la multinacional ya ha fabricado hardware como ratones, teclados o webcams, smartphones, el nada fructífero Zune y la exitosa Xbox, pero no ordenadores.
En general, los expertos pues consideran que es un error estratégico pues enfrentará al proveedor con su canal OEM. Así lo afirma Michael Cusumano, profesor de ingeniería y gestión de sistemas en el MIT, al señalar creará un conflicto con estos partners (como Samsung o HP), que han invertido grandes sumas en desarrollar hardware compatible con Windows RT. Además de la intervención del canal, también se considera que el precio y la cantidad de aplicaciones de terceros que se puedan ejecutar serán otras de las claves del éxito o fracaso de la tableta. No obstante, Walter Pritchard, analista de Citi asegura que un precio agresivo podría hacer que se comiese parte del mercado. “Un accesorio tan simple como el teclado es lo que hace el dispositivo más competitivo, ya que preserva el interface tradicional que creemos que muchos usuarios aprecian y demandarán”, expone. Y es que, hay una parte del sector que cree que esta solución podría ser un catalizador para impulsar nuevos modelos por parte de fabricantes de dispositivos tradicionales. Stan Shih, fundador de Acer, según recoge Cnet, es de esta opinión: “Microsoft no tiene ninguna razón para vender el hardware, ya que es menos rentable que las licencias de software” y una vez que alcance su propósito, “no ofrecerá más modelos”. Confían en la fortaleza de la compañía de Bill Gates para rivalizar con Apple y Google. Pero las ambiciones de la firma van más allá. Según los analistas de Wall Street, se está planteando la posibilidad de fabricar teléfonos.