Los tiempos no andan buenos y no hace falta mirar muy lejos para darnos cuenta de ello. No nos quitamos la crisis de encima ni a la de tres y parece ser que la única forma de hacerlo -al menos eso nos han vendido- es recortar en gasto público. Es la tendencia del momento en el viejo continente (el hasta hace poco abanderado del supuesto estado de bienestar) y mucho más allá.   Por eso no es de extrañar que la continuidad (o viabilidad) del programa para la innovación y modernización de los sistemas de enseñanza españoles, más conocido como Escuela 2.0, esté en el aire. Voces del sector creen que las administraciones van a empezar a revisar sus presupuestos con lupa por lo que coinciden en afirmar que lo más probable es que se lentifique este proyecto.   Una iniciativa que visto lo visto no ha sido tan “gallina de los huevos de oro” como la pintaban. Muchos fabricantes se quejaron (y se quejan) de las condiciones abusivas que se pedían en los pliegos y que no les ha dejado grandes beneficios, más bien lo contrario. Las cifras hablan por sí solas: 800.000 equipos vendidos en total en estos tres años, frente a los 450.000 ordenadores que se pretendían colocar cada ejercicio. A todo ello hay que sumar el hecho de que cada Comunidad Autónoma ha marcado el ritmo de renovación de sus propios centros educativos, imponiendo condiciones particulares. Algunas, como las de Valencia y Madrid, incluso decidieron no formar parte de ella.      Sin embargo, deshacer lo hecho no resulta tan fácil, ¿o sí? Habrá que verlo pero lo que sí parece claro es que Escuela 2.0 seguirá pero con una cadencia mucho más lenta todavía en un país que, dicho sea de paso, no sobresale por su eficiencia. Por el momento, hay concursos convocados para después de Navidades.  
¿Qué va a pasar con Escuela 2.0?
Con el cansino runrún de la crisis y el actual cambio de Gobierno, todo parece indicar que este proyecto va a verse afectado.
Publicado el 23 Dic 2011
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