El uso de dinero en efectivo aún tardará años en desaparecer a favor de las transacciones electrónicas. Esta es una de las conclusiones que arroja el informe sobre medios de pago elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para la compañía Tecnocom. A pesar de ello, el 76% de las operaciones de pago en Iberoamérica se realizan a través de transferencias de crédito y en nuestro país esta cuota se sitúa en el 47,7%.
Álvaro Martín, socio de AFI, ha explicado que en el negocio de la banca se han introducido nuevo actores que vienen pisando fuerte en el negocio de los medios de pago. Así, las firmas de telecomunicaciones (a través del pago con el móvil), las plataformas de pago on line y las monedas virtuales (como las que usa Facebook) son las nuevas tendencias que están experimentando crecimientos importantes.
El estudio de AFI se divide entre el mercado español y el de los países latinoamericanos. En el caso de España, el uso de medios de pago alternativos a los convencionales (transferencias y tarjetas) es mínimo. Martín ha explicado que esto se debe a la gran implantación de la banca en España, un mercado muy maduro y en el que el consumidor está habituado a realizar sus operaciones a través de banco. No ocurre los mismo en Iberoamérica, donde el móvil está ganando la batlla en muchos países con una menor tradición bancaria.
Martín ha señalado que el pago a través del móvil es la “apuesta más fuerte del sector”. En Europa el potencial se encuentra en los pagos de proximidad, a través de tecnología NFC. El cliente acerca el móvil al dispositivo de cobro y éste carga en la factura del cliente el coste del servicio. Por su lado, en Iberoamérica, el socio de AFI ha explicado que oportunidad está en el pago remoto, usando canales como el SMS.
Otro de los puntos llamativos que desvela el informe son el número de tarjetas de débito (pago inmediato) y de crédito (pago aplazado) en función de los diversos países estudiados. Por ejemplo, en Brasil, el número de tarjetas de débito supera los 226 millones, mientras que las de crédito se quedan en 175 millones. En comparación, España cuenta con 28,6 millones de tarjetas de débito y 42,9 millones de tarjetas de crédito. Otro dato, en Chile el número de “plásticos” de débito asciende a 15 millones, mientras que las tarjetas de crédito se sitúan en 8,2 millones. Estos datos marcan una clara diferencia en la forma de comprar y usar el dinero por regiones.