Según un estudio que Deloitte ha realizado para Asimelec sobre el impacto que el canon por copia privada en CD y DVD vírgenes está teniendo sobre la industria española, este impuesto pone en peligro la viabilidad de la industria española. Dicho estudio señala que ese impuesto ha generado en los CD y DVD vírgenes un sobrecoste que ha favorecido a la expansión de competencia fraudulenta y al aumento de las necesidades de financiación de aquellos agentes del sector que cumplen con la ley. Actualmente, el importe del canon supone un 40% del precio de venta al público de un CD virgen y un 60% en los DVD. Esto significó que durante el pasado ejercicio, las empresas que cumplieron con esta tasa pagaron una media de 0,16 euros por cada CD-R vendido, y 0,6 euros en el caso de los DVD-R. Estas cifras demuestran, según el informe de Deloitte, que el canon que se aplica a estos productos es superior a sus costes de fabricación y distribución.
El dato más preocupante de este informe está en que de los 360 millones de CD-R vendidos en nuestro país durante 2004, sólo el 55,8% (203 millones de unidades) lo fueron con canon. De manera que los 160 millones de unidades restantes se vendieron sin control y de manera fraudulenta. Una situación similar se dio en la venta de DVD-R, ya que la mitad de los 70 millones de unidades vendidas se comercializaron de manera irregular [Asimelec prevé que para este año las ventas fraudulentas de DVD vírgenes supondrán el 55% de las ventas totales]. Todo esto provoca, según Deloitte, que la industria española se encuentre en una situación de desventaja competitiva. Por último, este informe concluye que el alto porcentaje que supone el canon en el precio final de estos productos, así como su comparación con los costes de fabricación, aumentan la presión financiera de las empresas y sus necesidades de tesorería.
Por otro lado, Asimelec cree que parte del problema proviene del marco legislativo que regula actualmente la propiedad intelectual, y que mantenerlo podría llevar a la desaparición del mercado interior de soportes digitales. Por ello propone que se revise esta legislación y que se tengan en cuenta los hábitos de uso de estos consumibles.
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