Un estudio realizado por la consultora A.T. Kearney a 200 directivos de Europa y Estados Unidos ha desvelado que tan sólo el 20% de las inversiones que se realizan en materia tecnológica se destinan a la innovación, lo que supone un decrecimiento con respecto al 30% registrado al año 2002. Y es que los mayores esfuerzos de los departamentos IT se centran en el mantenimiento de las gestiones rutinarias y en la reducción de costes, a pesar de que el 67% de los empresarios piense que la innovación tecnológica es básica para el éxito de sus compañías. Esta reducción en la inversión es negativa porque puede provocar que las compañías sean incapaces de responder a las demandas que puedan exigir sus negocios. Así, los departamentos IT dejan de desarrollar respuestas a largo plazo para dar respuesta a los requerimientos cotidianos (así lo considera casi la mitad de los encuestados). Y esto hace que los directivos opten por consultar a otros departamentos (como el de estrategia, ventas y operaciones estratégicas) a la hora de buscar recursos innovadores.
Por lo tanto, del estudio se deduce que la alineación estratégica entre las compañías y los departamentos tecnológicos se ha producido de manera incorrecta: sólo el 25% de las empresas integra y desarrolla simultáneamente su planificación tecnológica con la del negocio, mientras que en 2002 era del 32%. Únicamente el 41% de los empresarios considera que el departamento TI reacciona bien a los cambios de negocio y más del 30% opina que se desperdicia cada año una quinta parte de su capacidad.
Los europeos son más escépticos a la hora de tener expectativas en las tecnologías y no consideran los departamentos tecnológicos como piezas clave en sus negocios.