La baza más evidente de esta unidad externa de Philips no se halla en la grabación de DVD, sino en la original función de reproductor de DVD-Vídeo que puede acometer en el momento que se conecta a cualquier aparato de televisión. Esta ventaja compensa sus limitadas opciones de duplicación, ya que sólo cuenta con la posibilidad de grabar DVD a 4x y regrabarlos a 2,4x. Es una lástima no contar con soporte R, lo que sin duda le habría hecho ganar muchos enteros.
Su cara más versátil, la de la citada reproducción de vídeo, se completa con un mando a distancia y los cables de vídeo y audio necesarios para conectar este ingenio a un receptor. El diseño es realmente curioso, con un cuerpo principal destinado a las funciones más propias de la grabación, y asentado sobre una base de mayor tamaño en la se incluyen los conectores de audio, vídeo, USB y corriente externa necesarios para aprovechar todas sus bondades. Su precio ajustado teniendo en cuenta las prestaciones de las que dispone completa una solución destacable, aunque limitada por las prestaciones de grabación de DVD.