Este dispositivo está preparado para los usuarios más exigentes: grupos de trabajo con grandes requerimientos de ancho de banda, terminaciones de acceso metropolitano y, en general, cualquier aplicación que necesite de un buen control del tráfico. El soporte de varios niveles en la pila de protocolos, con funciones que van desde la monitorización al nivel más básico hasta la clasificación de los paquetes según la aplicación a la que se dirige son, sin duda, funciones avanzadas.
Las herramientas de las que dispone el administrador hacen que la gestión de múltiples dispositivos sea sencilla. Las utilidades de reporte son potentes, y con el disparo de eventos y posterior ejecución de tareas predefinidas, es una opción fiel para gestionar una red.
Por otro lado, cuenta con funciones de enrutamiento IP y gestión de VLAN, a la vez que tramita la seguridad de los puertos autentificando el tráfico. Además, añade la infraestructura que da soporte a redes multicast, facilitando la administración del ancho de banda.
Otras funciones avanzadas admiten el mirroring de puertos, segmentándolos en diferentes grupos de monitorización y permitiendo la especificación del sentido de la copia de los paquetes o el control de tormentas broadcast. El único problema es que resulta demasiado complejo acceder a las funciones de configuración más básicas. En resumidas cuentas, un buen switch, pero no para novatos.