Juan Cabrera (Toronto)
La plana mayor de Microsoft tendrá que salir a jugar esta semana al Air Canada Centre, la misma cancha donde juegan los Raptors de Toronto, de la NBA, y donde compite desde hace unos años el jugador de baloncesto español José Calderón. Empieza a la Conferencia Mundial de Partners, el primer gran evento de la compañía una vez cierra su ejercicio fiscal y que reunirá durante cuatro días a unos 10.000 socios comerciales y varios miles de empleados de todo el mundo.
Si en otras ocasiones, el cloud y la traslación del modelo de ventas de licencias a la nube dominaron las sesiones, este año es probable que el centro de interés vuelva al producto fundacional de la compañía, el sistema operativo Windows. Hay nueva versión y ésta parece que rompe muchos moldes.
“Hay años clave y años de transición, y éste va a ser clave para Microsoft”, lo decía uno de los más de 60 profesionales del canal español de la compañía que se ha desplazado a la ciudad canadiense. Este ejercicio se presenta crucial por cuanto estamos a las puertas de la salida de Windows 8, que se espera para el otoño (octubre es la fecha más comentada, aunque con Windows nunca se sabe).
Se trata de la apuesta de Microsoft para entrar de una vez en el boyante nicho de las tabletas, cada vez comiendo más terreno al PC, que sigue sufriendo y ha bajado en Europa occidental un 16% en abril y mayo, según Context. Microsoft está haciendo esfuerzos por romper el dominio en el mundo de las pizarras del iPad de Apple (alrededor de un 50% de cuota) y Android, el sistema operativo de Google que suele estar en el resto de aparatos.
Y es que, lejos de estar agotado, el negocio del tablet presenta buenas perspectivas. Las previsiones apuntan a que creceráun 87% este año, hasta las 126 millones de unidades vendidas. El próximo paso de los grandes será la introducción de pizarras de 7 pulgadas.
Es previsible que Microsoft diga algo sobre su decisión de fabricar su propia tablet, el Surface, cuya versión de consumo, gestionada por Windows RT, llevará un procesador de Nvidia con plataforma ARM, que es la que se ha impuesto en este tipo de dispositivos. Con Windows 8, Microsoft también espera empezar a remontar en el negocio de la telefonía, donde hasta la fecha mantiene una cuota poco significativa (por debajo del 10%) y donde son otra vez Apple y Google los que dominan.
Pero Windows 8 no acaparará todas la novedades. Ballmer y una amplia representación del equipo directivo de la compañía hablarán del negocio de empresa (servidores, bases de datos, colaboración y Dynamics), de los cambios en el programa de canal de la compañía (Microsoft Partner Network) y de la necesidad de transformar un negocio basado en la venta de licencias en otro donde imperen los servicios. Ahí el cloud volverá a ser protagonista.