La compañía aprovecha el vacío legal existente, en cuanto a normativas internacionales contra el crimen en la red, para organizar una serie de cursos de pago en los que se enseñan todos los conocimientos necesarios para que futuros hackers puedan empezar su carrera delictiva.
Los cursos se venden en paquetes que incluyen CD explicativos, herramientas y hasta directorios de 60 millones de e-mails divididos en categorías socioprofesionales. Algunos de los seminarios comercializados son: How to be a Banker, dirigido a todo el mundo que quiera realizar transacciones online. Aprenderán cómo los crackers toman el control de equipos de empresas o particulares, de perfiles de redes sociales, el uso de fuentes (de troyanos), la forma de manipular los plugins de seguridad instalados en los navegadores de Internet Explorer, Firefox, Chrome, Avant, Opera, etc.
O el Kit spammer que se presenta como un curso que proporciona las herramientas para “competir en un mundo virtual cada vez más competitivo”. Según la presentación, ha sido creado para difundir correo spam e incluye más de 60 millones de direcciones de correo electrónico clasificadas en profesionales, particulares y empresas, ejecutivos, empresarios o políticos, entre otros apartados.
Fabio Assolini, experto de Kaspersky Lab, denuncia la existencia de algunas páginas web dedicadas a la venta de estos cursos y a la promoción de esta “escuela” de cibercrimen que pone de manifiesto la necesidad de endurecer la legislación vigente en muchos países en cuanto a delitos informáticos se refiere.
