Según la consultora IDC, los costes relacionados con la impresión suelen consumir entre un uno y un tres por ciento de los ingresos anuales de una compañía. A esto se añade el hecho de que la mayoría de las compañías no son conscientes de estos gastos. De acuerdo con Luis Altés, director general de IDC Iberia, en muchas ocasiones sólo se aprecia la punta del iceberg de los costes de impresión, y sin embargo éstos se encuentran, por lo general, distribuidos en cinco áreas, que no siempre se perciben como relacionadas con la impresión, que no son otras que las de almacenamiento, servicio de helpdesk, contratación y administración, sostenibilidad ambiental y productividad organizacional. “Las empresas que no logren monitorizar sus costes totales de impresión perderán la oportunidad de reducir gastos en este área y dedicarlos a innovación e iniciativas de transformación del negocio”, asegura Altés.
Por ese motivo, siempre es conveniente aplicar una estrategia adecuada de servicios de impresión gestionados, ya que el modelo de pago por uso supone “ajustar los costes de impresión a las necesidades de cada organización y en cada momento según un acuerdo preciso de niveles de servicio con un proveedor externo especializado”, asegura por su parte Pablo García Carvajal, director de Servicios de Xerox España. Las empresas a menudo se centran en la reducción de los costes de impresión directa, como el hardware, el mantenimiento y los consumibles, que solo representan una fracción del coste total de impresión. Sin embargo, la identificación de los costes ocultos que genera la impresión y la contratación de un proveedor profesional de servicios de impresión gestionados pueden reducir los gastos de impresión hasta en un 30 por ciento.