La seguridad es un mercado maduro que ha evolucionado mucho en los últimos años. Y lo ha hecho no sólo desde el punto de vista tecnológico, sino también empresarial. En nuestros días los clientes tienen más conocimiento sobre el tema y demandan soluciones que, fundamentalmente, les permitan minimizar el riesgo y salvaguardar su negocio. Esta es una de las conclusiones que se extrajeron en la mesa redonda organizada por Magirus con su canal de integradores en el marco de la celebración de OpenHouse´11.
Y es que, durante hora y media, representantes de consultoras como Gesfor, Unitronics, BT-BI, Satec, Thales y GMV, debatieron sobre el desarrollo exponencial que había experimentado esta industria y su importancia cada vez mayor en todo tipo de proyectos de TI, sobre los retos a los que se tiene que enfrentar el sector para proteger los nuevos entornos (virtualización y cloud) y sobre su marcha, así como las herramientas más demandadas de este segmento, en el vigente año.
Entre las ideas transmitidas en el encuentro, se destacó el hecho de que los integradores habían tenido que cambiar el foco de su mensaje pasando de ser tecnócratas a convertirse en “habilitadores de negocios” que debían enfrentarse al reto de proporcionar al cliente la mejor solución que se adapte a sus necesidades, aportando para ello valor, ya sea a través de servicios o de “productos globales”.
Sin embargo, uno de los puntos más interesantes tratados durante la reunión de trabajo fue la inmadurez en la que nos encontramos en España a la hora de securizar los nuevos entornos tecnológicos, a saber: plataformas de virtualización y cloud. Se plantea, pues, un desafío no sólo para los fabricantes de seguridad clásicos, sino también para toda la red comercial debido a que el mundo de los sistemas y el de la seguridad, según reconocieron los asistentes al evento, no han ido de la mano en aras de desarrollar propuestas conjuntas y en la misma dirección. En definitiva, aún estamos en una etapa inicial por lo que nos queda mucho camino por recorrer en esta área. Sea como fuere, en este sendero el papel del integrador multidisciplinar, que toca todos los palos, es importante como conocedor del consumidor final y está en el tejado de los proveedores el conseguir productos que estén a la altura del ecosistema de la nube.
De cara a 2011, aunque la seguridad será un negocio que seguirá teniendo crecimientos, no se espera que estos lleguen al doble dígito. Pese a que no se prevé una bajada de proyectos, sí que se denunció un aumento de la competencia, una caída considerable en los márgenes y unos tremendos y acuciantes problemas financieros que afectarán (y ya están afectando) al cobro. No será fácil, pues, mantenerse al pie del cañón, pero tampoco debemos llevarnos las manos a la cabeza porque habrá herramientas que facilitarán las cosas y se citaron: el DLP y la fuga de información, todo el tema de normativas y el esquema nacional de seguridad, las problemáticas orientadas a la movilidad, la protección de aplicaciones, redes sociales e infraestructuras críticas, al igual que la “seguridad en desarrollo”, es decir, moverse de la auditoría a formar a desarrolladores en la materia. Además de la securización de la virtualización, el control de acceso en la red y, sobre todo, la externalización y los servicios de soporte y mantenimiento, un campo donde pueden sacar tajada las consultoras.
