La compra de Compaq por HP, que todavía está pendiente de aprobación por parte de ambos accionariados y del visto bueno de las autoridades -el proceso de integración puede tardar en total unos dos años-, es la mayor operación empresarial del sector y supone la consolidación de un gigante que, según los cálculos de la propia HP, venderá productos y servicios informáticos cada año por valor de 87.000 millones de dólares (15,92 billones de pesetas si se toma un cambio de 183 pesetas por dólar). La operación que hará posible la fusión, que todavía está sujeta al dictamen de los órganos de regulación de la competencia de EEUU y de Europa, se ha valorado en 4,5 billones de pesetas y se realizará mediante la compra por parte de HP de acciones de Compaq. Como resultado, los accionistas de la firma que encabeza Carly Fiorina se harán con un 64 por ciento de la nueva compañía, mientras que el 36 restante pasará a manos de los propietarios de Compaq, que recibirán una prima de 0,6 acciones de HP por cada una de las que ya poseen del gigante tejano. Esto supondrá que Fiorina estará al mando y presidirá el consejo de administración, mientras que Michael Capellas, que hasta ahora era el máximo responsable ejecutivo de Compaq, además de presidente del consejo de la compañía, seguirá como presidente de la firma resultante.
Uno de los temas que más han preocupado a las direcciones de la segunda y la tercera firma de las TI en el mundo era el de reducir costes para hacer frente a la débil situación económica del momento y a la sangrante reducción de precios que, sobre todo en el mercado estadounidense, está azuzando Dell. Tras la integración la nueva HP se puede ahorrar 2.500 millones de dólares (462.000 millones de pesetas). Este punto ha sido uno de los argumentos claves para vender la fusión a la prensa y al resto del mundo financiero. Además, está previsto que ambas compañías sigan despidiendo personal en el proceso de integración. A pesar de los 10.000 despidos que ambas compañías han anunciado en los últimos meses, se sumarán otros 15.000 al final del proceso de integración, con lo que la plantilla final de la nueva compañía rondará las 130.000 personas, la mitad de la que tiene su máximo rival, IBM.
Por otro lado, la ubicación de la empresa resultante da idea de que quien lleva la voz cantante en la operación es Carly Fiorina. La sede central de la futura compañía, la nueva HP, como ya se empieza a conocerla, estará en Palo Alto, California, muy cerca de donde, en 1939, los legendarios William Hewlett y David Packard fundaron, con 500 dólares en el bolsillo, la multinacional que lleva ahora sus apellidos. Sin embargo, en una nota facilitada por HP, se dice que habrá una significativa presencia de Houston en los planes de la compañía. En la ciudad tejana nació Compaq en 1982.
El gigante informático va a estar organizado en torno a cuatro unidades de negocio imagen e impresión, acceso, infraestructura de tecnologías de la información y servicios. Con las cifras en la mano, hay que reconocer que la nueva HP es realmente un coloso que, según muchos analistas, sólo va a tener en frente a un competidor serio, IBM. La entidad resultante de la fusión será un gigante que dejará a mucha distancia a competidores como Dell, Sun Microsystems o Gateway. La facturación de IBM en el año 2000 ascendió a 88.400 millones de pesetas, sólo 1.400 millones más que la facturación agregada de HP y Compaq. En España, ambas firmas, según los datos del último año natural, facturan 243.000 millones (quedan excluidas las ventas de impresoras desde la fábrica de Barcelona de HP), lo que las deja también en el ránking nacional de informática a pocos pasos de IBM, que según los datos oficiosos facturó en 2000, 279.400 millones de pesetas.
Por líneas de producto, la corporación que salga de la operación va a dominar ampliamente el negocio del PC -sobremesas, servidores y portátiles- y de impresión -donde HP sigue ejerciendo su supremacía-, y reforzará su presencia en áreas como la del almacenamiento, el software de gestión de sistemas y los servicios. A escala mundial, hasta un tercio de la facturación total de HP procede de la venta de PC, un porcentaje que llega al 50 por ciento en el caso de Compaq. El predominio va a ser incontestable ambas compañías vendieron en todo el planeta un total de 27,5 millones de ordenadores personales en 2000, acaparando un 20,5 por ciento de cuota de mercado, según Dataquest. En el mercado nacional, el predominio que reflejan las cifras es también aplastante; HP y Compaq, que fueron primera y segunda de la tabla de fabricantes, vendieron 378.000 sistemas. En consecuencia, nadie hará sombra al nuevo gigante, pues IBM se quedó con un 8,1 por ciento del mercado y 146.000 equipos vendidos.
De fraguarse la compra, HP y Compaq pasarían a dominar por ejemplo la venta de equipos de consumo, donde ahora se impone el fabricante nacional Jump y donde Fujitsu Siemens se está tomando las cosas muy en serio. En portátiles, las ventas agregadas de ambas compañías se igualarían a las de Toshiba, que lleva algunos años controlando a su antojo este negocio. Y en servidores PC, la unión reforzaría la supremacía que ya exhibían el año pasado ambas subsidiarias, que en total vendían más de la mitad de estas soluciones. Además, en los últimos meses tanto HP como Compaq se han mostrado decididos a impulsar los entornos abiertos en el ámbito de los servidores.
En el negocio de grandes servidores de gama alta, la integración puede beneficiar mucho a las dos casas, aunque, el más beneficiado será probablemente HP.
Nadie podía sospechar hace unas semanas, ni remotamente, la posibilidad de que HP y Compaq se embarcaran en una operación semejante. Sin embargo, echando la vista atrás, hay varias circunstancias que justificaban el salto adelante. En primer lugar, en los casi dos años que llevan en sus respectivos cargos, ni Carly Fiorina ni Michael Capellas han logrado enderezar la trayectoria de la acción de sus compañías. En el último año tanto HP como Compaq se depreciaron en los mercados bursátiles más de un 50 por ciento. En segundo lugar, después del espléndido 1999, la bonanza ha ido remitiendo. Primero cedió el ritmo de crecimiento del negocio del PC, más tarde, debido a la incertidumbre de las empresas y a la guerra de precios desencadenada para sacar el stock de los almacenes, la cosa se ha enrarecido más aún y ha afectado a otras líneas de más alta rentabilidad almacenamiento, servidores de gama alta, PDA, etc. En el segundo trimestre del año, la industria del PC cayó en el mundo por primera vez en la historia, siendo EEUU el país que más dolorosamente ha encajado el ajuste. Como consecuencia han llegado los despidos, algo que en principio afectó a los proveedores de equipos de telecomunicaciones, pero que más tarde ha pasado factura a todos, incluidos HP y Compaq. Resulta significativo ver los resultados financieros de HP en el tercer trimestre de su año fiscal. El negocio de informática profesional de HP, que va desde los grandes sistemas basados en Unix a los sobremesas y portátiles para empresa, registró un descenso del 22 por ciento. Incluso un área tan de moda como el del almacenamiento sucumbió -descendió por encima de los dos dígitos-.
Contraviniendo esta tendencia, la venta de portátiles creció un 5 por ciento en entre mayo y julio, mientras que la actividad de consultoría tecnológica aumentó un 9 por ciento, un 20 la de outsourcing y un 5 la de soporte.
En cuanto a los analistas, éstos se muestran más bien escépticos sobre el futuro de la nueva compañía. Para algunos lo que HP ha venido buscando en los últimos tiempos no tenía nada que ver con lo que finalmente ha encontrado, ya que la gran apuesta de HP fue el intento de compra de la unidad de consultoría tecnológica de PricewaterhouseCoopers. La compra de Compaq no pone a HP en esta senda tecnológica. Ambas compañías son jugadores fuertes en el negocio del PC, que representa un tercio de la facturación de la firma de California y la mitad de la de Texas.
Gartner, una de las consultoras más escépticas con el futuro de la nueva HP, predice todo tipo de solapamientos, desde los inevitables en la fuerza laboral y en la gama de productos, a los que se producirán en el canal, puesto que se trata de dos compañías con una manifiesta vocación de venta a través de terceros. Asimismo, para la consultora, los casi 500.000 millones de ahorro que presenta Fiorina como principal argumento de la fusión no contrarresta el enorme riesgo de la operación.
Aunque tanto HP como Compaq son dos compañías totalmente volcadas con la red comercial -y probablemente lo van a seguir siendo-, las reacciones en el canal de distribución de las dos entidades en España son dispares. A ARC le va la vida en ello. Ocho de cada diez pesetas que factura el mayorista provienen del negocio con ambos fabricantes. En general creo que seremos perjudicados; perderemos volumen de negocio porque nunca se ha dado el caso de que, en una fusión de este tipo, uno más uno sea igual a dos y medio, asegura Francisco Cazorla, director general del mayorista. Además, Cazorla señala que durante un tiempo, el que dure la integración empresarial, tanto uno como otro fabricante estarán más pendientes de cómo van a quedar las cosas que del día a día del negocio.
Respecto a la reorganización en el canal mayorista, Cazorla piensa que ARC parte como favorito para integrarse en la nueva estructura, de la que es probable que queden fuera los mayoristas que sólo tienen en la actualidad contrato con sólo una de las casas.
Javier Bazaco, director general de ADLI, mayorista de HP, coincide en señalar en la unión de los negocios de HP y Compaq se quedará algo por el camino. En el canal, en opinión de Bazaco, serán aquellos mayoristas muy concentrados en las dos marcas los que más sufrirán.
Por su parte, el director de marketing de Tech Data, José Luis Montes, es más optimista y cree que la solidez y rentabilidad que en el futuro puede dar la operación a los dos fabricantes beneficia al canal de distribución. Lo peor que puede tener un mayorista es un fabricante débil y con problemas financieros. Si las cosas salen adelante estamos hablando de un jugador con una masa crítica en servicios y en producto enorme.
De llevarse a cabo la fusión, la nueva compañía tendría en España nada menos que 10 mayoristas -quedan al margen los mayoristas de consumibles de HP-. Esto, según Montes, agudizaría los problemas de sobredistribución que ya sufre el canal mayorista en este país. El responsable de mercadotecnia del mayorista multinacional cree que la integración de las estructuras de canal de las dos compañías tampoco será un contratiempo si se tiene en cuenta que ambas apuestan totalmente por la venta indirecta y mantienen directivos que en algunos casos han trabajado juntos con anterioridad. De cualquier manera, Montes elogia la decisión porque es ambiciosa y osada.
Michael Capellas, CEO de Compaq y futuro presidente de la nueva corporación, ya se ha adelantado para tranquilizar al canal de distribución. Capellas ha señalado que tanto Compaq como HP están de acuerdo en que el principal enemigo de la distribución es la pobre gestión del inventario, y ambas direcciones tienen la resolución de este problema como objetivo prioritario. Además, también ayudará al canal, en opinión de Capellas, la reducción de líneas de producto.