En España, casi el 90% de las empresas son familiares. En muchos casos, son el producto de la aventura de un emprendedor. El gran problema para estas compañías llega cuando hay que hacer el relevo generacional en la dirección. Cuando ese emprendedor se jubila o fallece, y hay que abordar la continuidad de su proyecto.
Los datos no son positivos e indican que sólo algo más de una cuarta parte de las compañías familiares sobrevive en la segunda generación y sólo un 15% llega a la tercera generación, según el Instituto de la Empresa Familiar. Se cumple el triste dicho de que “el abuelo la funda, los hijos la debilitan y los nietos la entierran”.
Sin embargo, sí que hay casos de buen hacer en este ámbito. De empresas que, en el sector informático, han realizado un relevo generacional que al final ha logrado asentar la compañía y garantizar su futuro, con lo que eso implica en generación de riqueza y mantenimiento de puestos de trabajo.
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Relevo generacional en Asseco
Un caso curioso y de éxito a la hora de abordar el relevo generacional es el de Asseco, integrador de tecnología que atiende a clientes de sectores como la banca, la salud, los seguros o la administración pública. El origen de todo está en una empresa zaragozana llamada Raxon Informática, fundada por José Antonio Pinilla Lozano y que fue adquirida en 2009 por la firma de origen polaco Asseco.
Hasta 2014 se mantuvo como director general y CEO José Antonio Pinilla Lozano. Y un año más tarde es cuando entra en la compañía su hijo, José Antonio Pinilla Pérez. Farmacéutico de formación, Pinilla Pérez se incorporó a la firma para liderar el área de salud. Ese año, además, el joven aprovechó para cursar un MBA exprés (los tres años habituales los sacó adelante en un solo curso).
Y en el año 2016 la dirección de Asseco en Polonia tomó la decisión de nombrar a Pinilla Pérez director general de la compañía en España, con tan solo 28 años. En esos años, Pinilla Pérez dependió mucho del headquarter en Polonia para sacar adelante cualquier iniciativa. “Al final, en torno a 2019, fui nombrado presidente y CEO de Asseco Spain, y desde ese momento sí que tengo plenos poderes”, asegura.
José Antonio Pinilla Pérez admite que un relevo generacional como el de Asseco, para el que no se contó con ninguna asesoría de expertos en esta cuestión, es “un caso raro” y no ha estado exento de dificultades. Aunque al final los resultados han sido positivos.
“Asumí un papel importante siendo muy joven y teniendo muy poca experiencia. Los primeros años fueron muy duros. Hubo muchas resistencias en el equipo, porque veían a alguien mucho más joven y con menos experiencia. E intenté rodearme de la gente que mejor me podía asesorar. Y el resultado está ahí. La compañía ha estado creciendo a doble dígito durante todos estos años y ha sacado unos números bastante buenos y ha conseguido evolucionar el negocio de bastantes formas”, rememora el pequeño de la saga Pinilla.
En 2022 Asseco Spain rondó los 135 millones de euros y hoy cuenta con una plantilla de 200 personas. Sin embargo, cuando Pinilla hijo tomó el mando, la firma no sobrepasaba los 80 millones, lo que supone un crecimiento en estos años del 70%.
El tiempo es precioso
José Antonio Pinilla Pérez recomienda sobre todo tener tiempo a la hora de hacer el relevo generacional en una empresa. El tiempo precisamente fue un bien escaso en su acelerada carrera como gestor. “El tiempo no es tanto por los clientes y los proveedores, sino sobre todo por la propia plantilla. Es el caso de Marta Ortega, que empezó reponiendo ropa en una tienda de Zara y que ahora es presidenta de Inditex. El empezar desde abajo y ver todos los recovecos de la compañía ayuda muchísimo. Y si la empresa se puede permitir ese tiempo es muy recomendable hacerlo. Que conozca bien la compañía y todos sus niveles. Luego eso te permite tener conocimiento de causa a la hora de tomar decisiones. Permite ver qué funcionaba bien y qué funcionaba mal”.
También recomienda Pinilla Pérez que las personas que asuman tareas directivas cuiden el balance de experiencia y juventud en las compañías. “Cuando llevas toda la vida en una compañía no hay capacidad de innovar mucho, porque la gente se queda en su zona de confort. Saben lo que les funciona y lo que no, y no quieren tomar muchos riesgos. Y la gente joven si está dispuesta a tomar esos riesgos. Por eso es interesante encontrar en las plantillas un balance entre gente joven y mayor”.
