En los últimos años, uno de los grandes quebraderos de cabeza de los gestores de empresas tecnológicas ha sido dar con los profesionales adecuados y formados para sacar adelante los proyectos. Es la dichosa falta de talento, que no solo afecta al sector TI, todo hay que decirlo.
Hay demasiados procesos por digitalizar en las compañías y muy pocos informáticos disponibles. La falta de vocaciones tecnológicas en la universidad y la escasa apuesta histórica por la FP en España están detrás de esta brecha. Así como que la mitad femenina de la población siga en gran parte ausente de las carreras técnicas, y sobre todo de la informática y la programación.
La patronal DigitalES calculaba en mayo de 2022 que había 120.000 vacantes sin cubrir en el sector tecnológico nacional, la gran mayoría relacionadas con el desarrollo de software (40.000), pero también con la gestión de sistemas y centros de datos (25.000) y con la ciberseguridad (24.000). Como consecuencia de este desfase, en los últimos años se ha producido una inflación salarial, muy evidente, por ejemplo, en el ámbito de la ciberseguridad. Y una alta rotación de las plantillas, sobre todo en los perfiles más junior, más proclives a cambiar de compañía en busca de mejores condiciones laborales.
Un fenómeno pasajero llamado hiring freeze
No obstante, desde el pasado verano se ha producido un cierto enfriamiento del mercado de trabajo tecnológico en España. Es lo que los expertos llaman hiring freeze, debido en parte a los problemas de algunas economías europeas importantes, como la alemana.
Hay que recordar que el pasado año incluso se despidieron programadores en startups. Pero sobre todo sufrieron los perfiles “menos técnicos”, como los vinculados al ecommerce, el marketing digital o los diseñadores UX. Y algunos avanzan que la cosa irá incluso a peor. Una encuesta llevada a cabo por Circular y Joppy, dos firmas de contratación de informáticos, asegura que más de la mitad de los profesionales españoles del sector tecnológico no descarta un ajuste salarial en 2024. Y una proporción parecida asegura que hoy recibe menos ofertas que en años anteriores.
En cualquier caso, los expertos en colocación aseguran que la situación es coyuntural y que, si se amplía el ángulo de visión y se mira a largo plazo, se seguirán necesitando muchos más profesionales cualificados y formados que los que el sistema educativo es capaz de producir. La pregunta del millón para las empresas seguirá siendo la de cómo atraerlos y fidelizarlos.
Y un último apunte. En el ámbito laboral, la inteligencia artificial también puede dar un vuelco a la situación. En una entrevista reciente en CHANNEL PARTNER, Carlos Fernández, partner de la consultora McKinsey experto en inteligencia artificial, contaba que la IA generativa tendrá mucho impacto en el desarrollo de software, pues aumentará significativamente la productividad de los programadores. Por lo tanto, habrá menos necesidad de personal, aunque se sigan valorando mucho los perfiles más preparados. “El impacto será mayor en los desarrolladores juniors que en los seniors. Nos movemos a entornos con menos perfiles, pero más completos y excelentes”.
