Las pymes, como pilar que sostiene la economía española (en números redondos: dos tercios del PIB y el 75% del empleo), resultan el eslabón más débil de la cadena de ciberseguridad. De hecho, el 35,6% de las pymes españolas fueron ciberatacadas en 2022, tal y como se desprende del ‘Informe de Ciberpreparación 2023’ de Hiscox, compañía aseguradora especializada en activos tecnológicos. El informe se realizó consultando a más de 400 compañías de todo el país.
Este trabajo ofrece otros datos interesantes. Así, la media del coste de los ciberataques descendió un 26% con respecto al año anterior. Pese a ello, la cuenta de resultados de las pymes sigue siendo la principal afectada. Y es que la consecuencia más común de los ciberataques a las pymes fue la pérdida financiera por fraude de desvío de pagos, indicado por el 38,2% de las encuestadas. No obstante no fueron las únicas consecuencias, ya que el 28% de las pymes señalaron también la pérdida de datos, encriptados y no encriptados, así como los ataques distribuidos de denegación de servicio en los que se interrumpe el tráfico de la red para impedir el acceso (22%) y el ransomware (21,2%).
En este sentido, el ransomware y las demandas de pagos de rescates son una de las amenazas a las empresas de todo tamaño y envergadura que más han protagonizado la actualidad. En el caso de las pymes, el informe señala que una de cada tres de estas empresas realizó al menos en una ocasión un pago de un rescate a los ciberdelincuentes. En cuanto a los motivos, un 40% de estas pymes que pagaron lo hicieron con el fin de recuperar sus datos, sin embargo, solo el 27% lo logró.
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Las pymes españolas no solo pierden dinero
Lo cierto es que el impacto de los ciberataques en las pymes españolas no solo se deja ver a nivel económico y financiero. Más allá, el informe señala que un 23,4% indicó haber perdido clientes y un 14% perdió partners de negocio. Asimismo, un 26% encontró una mayor dificultad para atraer a nuevos clientes, pero el mayor impacto de los ciberataques a las pymes fue hacia su reputación de marca, ya que fue indicado por el 28% de estas empresas.
Más allá, tras sufrir un ciberataque, es necesario que las empresas se pongan manos a la obra para implementar diferentes acciones para tratar de evitar incidentes futuros. Así, el informe destaca que un 34% de las pymes implementó medidas de seguridad adicionales, un 30% mejoró su preparación para los ciberataques y un 22% incrementó su inversión en formación de los empleados y en transformación cultural.
Principales agujeros de ciberseguridad de las pymes
Del mismo modo que resulta fundamental conocer las técnicas preferidas de los ciberdelincuentes para detectar las amenazas, es también imprescindible identificar cuáles son sus puertas de entrada más comunes. Así, según el estudio, el principal punto de entrada de los ciberdelincuentes en las empresas españolas fue el servidor corporativo en la nube, indicado por el 33% de las pymes. En segundo lugar se posicionó el compromiso del email corporativo (32%), seguido de los propios empleados, que son víctimas de técnicas de ingeniería social como el phishing o el spoofing (27%), los softwares de acceso remoto (26%), el servidor corporativo propio (23%), dispositivos electrónicos corporativos (18%) y teléfonos móviles de empleados (16%).
El aumento de la amenaza cibernética debe ir normalmente acompañado de un incremento también en la inversión frente a ciberseguridad. No obstante, este no ha sido el caso para las pymes españolas. Y es que, según el informe, únicamente el 19% de los presupuestos asignados a tecnologías de la información (TI) son destinados a la ciberseguridad, descendiendo del 21,5% del año anterior.
En este sentido, el informe también analiza el grado de madurez cibernética de las empresas españolas y de las pymes, entendida como la capacidad y preparación que tienen para hacer frente a los riesgos de ciberseguridad. Así, un 35% de las pymes españolas son consideradas cibernovatas y un 63,2% son ciberintermedias, mientras que únicamente el 1,1% son consideradas ciberexpertas o, lo que es lo mismo, que cuentan con una gran capacidad para responder ante estas amenazas, cada vez más en aumento.
“En un contexto donde la ciberamenaza es cada vez mayor, debemos poner el foco en las pymes, que son el motor de la economía de nuestro país. A pesar de que hemos conocido buenos datos en el informe como que les cuesta menos recuperarse económicamente de un ciberataque, la cifra continúa siendo lo suficientemente alta para ser capaz de poner en jaque a su negocio. En este sentido, contar con una estrategia que se centre en la prevención será siempre la primera medida necesaria de ciberseguridad, no solo para su protección, sino también para su crecimiento”, declara Ana Silva, responsable de suscripción de producto ciber de Hiscox Iberia.