El 30 de diciembre de 2011, el Consejo de Ministros del nuevo Gobierno anunció que la recaudación por el canon digital ya no procederá de la venta de productos tecnológicos susceptibles de ser utilizados para realizar copias, -como sucedía hasta la fecha-, sino que va a ser una asignación que dará el propio Estado a las entidades de gestión. De hecho, como ha informado Cedro, asociación que gestión los derechos de propiedad intelectual de los autores y editores españoles, ya han comenzado sus contactos con el poder público con el fin “de que los escritores, traductores y editoriales representadas por nuestra entidad sean remunerados justamente por la copia privada de las obras”, indican.
La reacción a favor por parte de este organismo era de esperar, al igual que la del propio canal. Y es que, al dar luz verde al Real Decreto-ley 20/211 (en el que se incluye la modificación del sistema de compensación equitativa por copia privada), la industria ya no es, desde el 1 de enero de este año, deudora de esta “indemnización” al haberse liquidado dicha prestación contemplada en el artículo 25 de la vigente Ley de Propiedad Intelectual. Así, Ametic ha aplaudido la propuesta, tal y como ha confirmado su director general, José Pérez, a CHANNEL PARTNER. Este directivo desvela que desde la patronal valoran positivamente la supresión de esta tasa y que no sólo están satisfechos porque se elimine esta carga injusta que ha causado serios perjuicios a lo largo de su historia al sector, sino también porque en su lugar se imite el caso noruego, “un modelo más neutro que compensa el derecho de copia que tiene el usuario”. El Ejecutivo hace una valoración estimada del presunto daño que se infringe a los autores, es decir, la cuantía (la cantidad de dinero) que dejan de percibir por las diferentes reproducciones que los particulares realizan de sus trabajos, y lo carga a los Presupuestos Generales del Estado.
Lorena Royo, responsable de marketing y comunicación de Toshiba España, ha confirmado que desde su compañía han recibido con satisfacción la noticia declarando al respecto: “Los fabricantes nunca hemos creído que el canon por copia privada fuera el medio adecuado para remunerar la cultura y la creatividad de los autores, ya que se trata de un sistema obsoleto que grava de manera indiscriminada los equipos y soportes y penaliza a los usuarios que no los utilizan para copiar material protegido, además de generar problemas para las empresas y el mercado”. Comparte esta opinión Juan Pedro Pérez, director de marketing de producto y MPS de Oki: “Como fabricante de productos multifunción para entornos profesionales, tenemos la certeza de que nuestros equipos se utilizan en un porcentaje ínfimo para la reproducción de material protegido, con lo cual la desaparición del canon, nos parece una excelente noticia ya que lo considerábamos absolutamente desmesurado, de hecho, en algunos casos, llegaba a alcanzar el 30% del valor del equipo”. Igualmente, Santiago Delgado, director financiero de LaCie España, una de las firmas que mostró gran descontento con esta tasa que gravaba cada disco duro con 12 euros, ha manifestado: “La supresión del canon digital es la noticia que todos estábamos esperando, industria y usuarios, ya que permitirá al cliente final comprar tecnología a un precio más asequible, aunque conviene señalar que no será algo inmediato. Ahora hay que esperar a que el gobierno apruebe el nuevo reglamento al respecto para aclarar todas las dudas, pero es de suponer que a medio plazo traerá consecuencias positivas para el sector”.
La otra cara de la moneda, sin embargo, es que, en vez de abonar esta imposición fabricantes, importadores, distribuidores de equipos, soportes y dispositivos y el ciudadano de a pie cada vez que adquiría un producto “marcado” con este sobre coste, ahora lo pagaremos todos. El importe todavía se desconoce pues el Ejecutivo indicó que establecerá reglamentariamente el procedimiento a seguir, así como el valor de la compensación, pero dicha normativa no saldrá, en principio, hasta primavera.