Microsoft reunió ayer en Madrid a más de un millar de partners y clientes para demostrarles que la inteligencia artificial es mucho más que un argumento de marketing o una conversación de bar acerca de las posibilidades de ChatGPT.
Además, la compañía dejó clara su aproximación a este fenómeno tecnológico, llamado a cambiar la economía y la sociedad en los próximos años. En este sentido, Microsoft apuesta por una IA ética, regulada y en línea claramente con la ley que se debate en la Unión Europea para evitar los usos irresponsables de la misma.
En el acto de Madrid, que fue seguido en remoto por otras 2.000 personas, el equipo de ejecutivos de Microsoft, liderado por Alberto Granados, presidente de la filial española, se rodeó de clientes que ya están sacado partido a Copilot y a otros desarrollos de la compañía en el ámbito de la inteligencia artificial. Gonzalo Gortázar (CaixaBank), Ignacio Madridejos (Ferrovial), Javier Tebas (LaLiga) o José María Álvarez-Pallete (Telefónica) intervinieron para hablar del impacto de la IA en sus organizaciones.
En presentaciones más específicas, algunos clientes (hasta una docena), acompañados de sus partners, contaron cómo la IA de Microsoft les está ayudando a ganar en productividad. Accenture acompañó al Ayuntamiento de Madrid; NTT Data hizo lo propio con la Generalitat de Cataluña, mientras que Plain Concepts hizo tándem con Repsol, y Tokiota con Mutua Madrileña, entre otros.
En rueda de prensa, Alberto Granados destacó que ahora mismo las posibilidades de la IA se imponen a los temores que despierta. Según los números del directivo, a nivel mundial un 70% de los empleados la ven como una vía para incrementar la productividad, mientras que un 45% admite que tiene miedo a perder su empleo.
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Copiloto para centros de ciberseguridad
Y también recordó que la compañía ha desarrollado copilotos para muchos ámbitos, desde el puesto de trabajo a la gestión empresarial, pasando por la ciberseguridad. “En unos meses estará disponible un copiloto para que los SOC (centros de operaciones de seguridad) puedan analizar peligros y sugerir formas de defensa a sus clientes”, anunció.
Como resultado de todo ello, Granados está convencido de que la IA incrementará por fin la productividad, un parámetro que viene cayendo en la última década a nivel mundial y que se ha convertido en uno de los principales talones de Aquiles de la economía española.
Innovar, pero sobre todo gobernar la IA
Pero sobre todo insistió en la concepción ética de la IA que defiende Microsoft desde 2016. “Estamos invirtiendo tanto en innovar como en gobernar”, dijo Granados. “La infraestructura de inteligencia artificial debe ir provista de un freno de mano”, aseguró de forma muy gráfica.
Y añadió que Microsoft apuesta por la transparencia en este ámbito, la colaboración público-privada y por la democratización, para que esta tecnología “no sólo esté al alcance del Ibex35”. El directivo dijo que más de 300 personas en la compañía se dedican en estos momentos a “la inteligencia artificial responsable”.
Sobre la ley de inteligencia artificial que promueve en estos momentos la UE, Granados dijo que desde Microsoft apoyan “totalmente” la iniciativa. “Queremos que las compañías reporten usos indebidos de la IA. O que el cliente final sepa si un contenido se ha generado con IA, con una marca de agua”. E insistió en la necesidad de regular la innovación y volvió a la figura del “freno de mano”.
La región cloud de Microsoft estará disponible “en unos meses”
Por otro lado, el presidente de Microsoft en este país se refirió a la región cloud de Microsoft en España, que se pondrá en marcha “en los próximos meses”, aunque no precisó más. Aseguró, eso sí, que será “una de las más grandes de Europa” y que ofrecerá servicios de nube confidencial, inteligencia artificial y altos niveles de soporte. De aquí a 2025, Microsoft calcula que su región cloud aportará 2.500 millones de euros al PIB español. Es una de las aperturas previstas para este año fiscal en la corporación, que contempla la inauguración en todo el mundo de nada menos que 120 centros de datos, es decir, uno cada tres días.