La red es un hervidero tras conocerse el ataque del malware que ha sufrido esta mañana la operadora, que podría haberse extendido a otras empresas como Vodafone, Santander o BBVA, según se cita en los medios online y en las redes sociales, aunque han desmentido haber sufrido un ataque.La verdad es que reina la confusión. KMPG, que también había sido señalada, acaba de enviar un breve comunicado asegurando que no ha sufrido ningún ciberataque y que toda la compañía funciona con normalidad.
La noticia ha caído en las redes como una auténtica bomba. Las primeras informaciones de los diarios online eran un tanto deslavazadas, hablaban de un ataque desde China y que Telefónica había dado órdenes de apagar los equipos de su sedes centrales de Gran Vía y las Tablas. La operadora había cerrado filas en torno al asunto diciendo que se trataba de un problema de actualizaciones, pero las informaciones que han ido destilando los empleados en las redes sociales no encajaban con la versión oficial.
Lo que sí ha quedado claro es que es un ataque de secuestro de información (un tipo de Cryptolocker), y se habla que el grupo de ciberdelicuentes exige el pago de 300 dólares en bitcoins por equipo infectado. Telefónica ha admitido finalmente el ataque que podría haber afectado a cientos de ordenadores (según publica El Mundo.es); pero podrían ser más, pues este tipo de malware se propaga como la pólvora por la red una vez que se ha infectado el primero.
