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Enrique Rodríguez (Syntax): “El Kit Digital es un programa con muy buenas intenciones, pero pésimamente ejecutado”



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Enrique Rodríguez, CEO de Syntax Business Solutions, valora el programa Kit Digital y su participación en el mismo. El directivo considera que los objetivos políticos han primado sobre los tecnológicos

Publicado el 17 jul 2024

Juan Cabrera

Redactor Jefe de Channel Partner



Enrique Rodríguez, CEO de Syntax
Enrique Rodríguez, CEO de Syntax

Syntax Business Solutions es un partner de Microsoft especializado en business intelligence que ha aprovechado el Kit Digital de forma indirecta. En la totalidad de los 450 proyectos en los que ha participado del macroprograma de digitalización de las pymes, Syntax no ha ido como contratista principal, sino como socio colaborador de otro agente digitalizador. En esta entrevista, Enrique Rodríguez, CEO de Syntax, habla de su experiencia con el programa, que está dotado con más de 3.000 millones de euros de presupuesto, donde ha atendido sobre todo a empresas del tramo 1 (de 11 a 49 empleados). Rodríguez critica que el planteamiento del programa no haya dado todo el protagonismo a los partners especializados y sí a aquellas compañías con economías de escala para asumir una burocracia enorme, como las operadoras de telecomunicaciones. Y que sus impulsores hayan primado los objetivos “políticos”, en detrimento de los tecnológicos y de competitividad de las empresas. No obstante, admite que la iniciativa ha ayudado al sector TI a conocer “un poco más (y de forma real) cómo funciona el entramado de pymes en España“. Y también ve muy positivo el lanzamiento del Kit Consulting, que, en su opinión, debería haber precedido al mismo Kit Digital.

Nuestra actividad principal se centra en soluciones business intelligence con tecnología Microsoft y en el desarrollo de soluciones verticales, principalmente utilizando el “core” de productos de Microsoft, incluyendo Microsoft Azure y Microsoft 365. Actualmente tenemos una división específica para inteligencia artificial y estamos muy enfocados a fabric y Copilot de Microsoft. Actualmente, Syntax tiene, como grupo, 122 personas empleadas en 5 países.

En abril y mayo de 2022, aproximadamente.

En total hemos abordado aproximadamente 450 proyectos, todos dentro de la línea business intelligence

Hemos abordado principalmente el tramo 1 (de 11 a 49 empleados) en un porcentaje del 90% del total. El otro 10% lo hemos abordado en el tramo 2 (de 3 a 10 empleados).
El perfil de la empresa es muy diverso, muy transversal en relación a los sectores.
Si tomamos como “perfil” las necesidades de las empresas destinatarias, el perfil que nos hemos encontrado con diversas necesidades va desde aquellas que ya tenían soluciones de BI y que esperaban una evolución de las mismas hasta aquellas empresas que manejaban hojas Excel como herramienta de gestión y que esperaban dar el salto a la analítica avanzada.


Nosotros hemos actuado como subcontratados en el 100% de los casos, por lo que la burocracia que hemos tenido no se ha debido a la justificación de la subvención, sino a aquellos procedimientos a los que estábamos obligados por nuestro contratista.
Aquí hemos tenido que adaptarnos a cada uno de los portales o procesos de cada uno de ellos, lo que ha supuesto un reto de gestión y organización, a fin de tener controlados todos y cada uno de los proyectos, así como para no perder el contacto y la sinergia con los beneficiarios. La gestión de microproyectos es muy compleja y requiere una buena parte de automatización y de procesos autogestionados porque, de lo contrario, estás perdido.

Directamente como agente digitalizador no hemos abordado proyectos por dos motivos. El primero: no tenemos la fuerza comercial de llegada y porque el resultado habría sido demasiado corto en proporción al esfuerzo que se requería. Tengamos en cuenta que, desde un punto de vista de rentabilidad, hay que enfocarlo como una economía “de escala”. Necesitas un mínimo de proyectos para que la estructura que dotas sea rentable. En nuestro caso, no creíamos tener esa potencia comercial que cubriera nuestra estructura.

El segundo porque inmediatamente de salir el Kit Digital nos abordaron consultoras, colaboradores y operadoras de telecomunicaciones con el fin de que les ayudáramos a gestionar y ejecutar los proyectos. Este tipo de empresas tienen la fuerza de llegada y son las que absorben miles de proyectos, pero, a su vez, no tienen la estructura para gestionar estos micro-proyectos ni tampoco tienen la especialización.


Para mí el Kit Digital es un programa con muy buenas intenciones, pero pésimamente ejecutado. Pongo una analogía: cuando fabricas un lago y lo llenas de pececitos, éstos quedan anulados o incluso excluidos si en ese mismo lago echas depredadores, tiburones o peces que se alimentan de otros peces. Esos tiburones o depredadores se terminan adueñando del territorio y los peces pequeños tienen dos únicos destinos: desaparecer (son literalmente devorados) o se adaptan alrededor de los depredadores, alimentándose de sus sobras.

Personalmente creo que habría que haber seleccionado a empresas del mismo tamaño que las beneficiarias para ejecutar los proyectos. Empresas pequeñas o medianas, pero especialistas en lo que hacen. Empresas que hablen el mismo idioma entre ellas y compartan sinergias. Empresas que sean receptivas a los problemas del beneficiario y no solo preocupados por la justificación de la subvención. Si lo miramos de esta forma, nos damos cuenta que, en realidad, quien ha terminado “haciendo la zanja” es quien tiene los profesionales, las herramientas y la experiencia…. pero subcontratados por otros, que son los que tienen la capacidad de llegar al beneficiario y los mecanismos para absorber la burocracia tan grande que exige la justificación.

De esta forma se habría logrado, o así lo creo yo, lo que debería haber sido uno de los objetivos principales del proyecto: la atomización de los proyectos y su distribución entre los agentes digitalizadores especialistas. Si tenemos 11.000 agentes digitalizadores, no vería problema en que se hubieran distribuido de forma más equitativa y no de una forma tan “centralizada”… digamos más democrática.

Sin embargo, en mi opinión, la “politización” del Kit Digital ha hecho un flaco favor al resultado porque los objetivos “políticos” difieren de los objetivos que yo consideraría “reales”. Digamos que a nivel institucional ha habido más preocupación sobre el porcentaje de dinero repartido versus dinero adjudicado que por preocuparse si las soluciones eran realmente útiles para las empresas beneficiarias, así como quiénes han sido los canalizadores reales de esos proyectos.

En mi opinión, creo que el aspecto positivo es que esto ha ayudado a conocer un poco más (y de forma real) cómo funciona el entramado de pymes en España. Hemos sido testigos del “tengo mucho lío”, de cómo priorizan esas pymes, de a qué le dan importancia y a qué no; de la divergencia entre urgente e importante, de los problemas del día a día que sufren y que viven en la más estricta de las soledades.

Yo no creo que el programa haya logrado sus objetivos “de base” (la digitalización de las empresas), pero sí nos ha ayudado a conocerlas y espero que las instituciones públicas tomen nota de la realidad del tejido empresarial que tienen. Estoy seguro que no es algo desconocido para ellas, pero esto ha dejado en evidencia que no se puede abordar una iniciativa de esta magnitud como un objetivo político. Me gustaría poder decir que ha habido cambios significativos en los beneficiarios que han recibido esta ayuda, pero en mi opinión “nada ha cambiado”.

Sí, seguimos operando. Sin embargo, ya no abordamos proyectos del último tramo (empresas de 0 a 2 empleados) porque, en nuestra opinión, no tiene ningún sentido tal y como están concebidos.


Yo creo que el Kit Digital para el tramo 1 y 2 ya ha dado todo lo que podía dar. El tramo 3 es irreal. La ampliación, de nuevo, sigue obedeciendo a un objetivo político y no a un objetivo práctico. En estos momentos, si tengo que hacer una analogía, ante la imposibilidad de meterle al coche una caja de cambios nueva de seis velocidades, se ha decidido aumentar las revoluciones de las cuatro marchas de la caja de cambios original. Como ejemplo pongo la deriva del Kit Digital hacia la adquisición de activos de “hardware” (esos 1.000 euros para adquirir un ordenador….eso sí, con ciberseguridad incluida), que, de nuevo, han acaparado los fabricantes y no el canal (véase el ejemplo de HP, que ha anulado al agente digitalizador pequeño completamente ofreciendo máquinas dentro de la subvención en donde el canal no puede competir).


Sí, hemos solicitado nuestra acreditación y estamos esperando que nos homologuen.
Este programa sí que puede llegar a ser útil porque pretende poner en situación a las pymes sobre su estado de maduración para la adopción de nuevas tecnologías, como la analítica avanzada, la ciberseguridad o la IA.

Este habría sido el programa que yo habría diseñado antes que el Kit Digital. No puedes desplegar tecnología si la empresa no conoce sus limitaciones, sus riesgos y sus consecuencias. Al margen de esto, hubiera hecho un filtro muy importante sobre los beneficiarios o, al menos, habría dado pie a crear soluciones no por tramos de empresas basados en su número de empleados, sino en tramos segmentados realmente por su maduración.

Estimo que Kit Consulting sí persigue este objetivo y aunque, económicamente, pretende llegar a demasiadas empresas si tomamos como base comparativa el dinero dotado al programa, sí creo que puede dar un mejor resultado. Para los que hacemos BI, siempre hemos dicho que peor que no tener información es que la información no refleje la realidad. Por ello pienso que Kit Consulting puede aportar alguna pieza del puzzle que falta en este sentido. Conclusión: sí, me parece interesante. Ya veremos la realidad de la ejecución.

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