Guillermo Arbelo, Director de Canal de Arsys

“Llevamos años evangelizando sobre los beneficios del cloud y del SaaS, y todavía queda mucho por hacer, aunque sí es un modelo con una amplia aceptación…”

Publicado el 06 Mar 2012

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¿Cómo marcha el negocio SaaS en España? ¿Podría darme cifras sobre el mismo?

El negocio SaaS está experimentando un gran crecimiento, lo cual es lógico en un momento económico complicado como este, en el que las organizaciones necesitan optimizar al máximo sus costes y sus recursos. Debido a sus principales características (fiabilidad, facilidad de uso, velocidad de implantación, pago mensual) es una de las principales bazas para el desarrollo del Cloud Computing entre las pymes como cliente final que quiere implantar soluciones tecnológicas fácilmente en su negocio, pero el Canal también está adaptando progresivamente sus desarrollos al SaaS para acercar sus servicios a esta nueva manera de consumir el software.

¿Dónde encuentra su hueco el canal en el mismo?

Las empresas de canal están cerca del cliente final y comprenden qué es lo que necesitan, por lo que su papel es absolutamente eficaz para acercarles las nuevas soluciones y herramientas que mejor responden a sus necesidades. Desde Arsys apostamos por acercarnos a nuestros clientes, y una de las maneras es a través de los 24.000 partners que utilizan los servicios IT de Arsys para comercializar los suyos propios. El canal tiene mucho que decir en la implantación de este tipo de soluciones y el acercamiento de sus beneficios al cliente final.

Entre las aplicaciones más demandadas de Arsys están Webmaker para la creación de páginas web, con una gran acogida entre las pequeñas y medianas empresas que quieren tener una buena presencia en Internet, y nuestras aplicaciones de comercio electrónico (Tienda Online y Reserva Online). Ambas aplicaciones están disponibles tanto para el cliente final como para el Canal.

No obstante, el Canal también está optado por soluciones IaaS que le permiten contar con la infraestructura Cloud que necesitan para comercializar sus desarrollos en la Nube en modo SaaS, con los beneficios económicos que tanto para él como para el cliente final esto conlleva

¿Se ha evangelizado lo suficiente sobre SaaS en nuestro país? ¿Es un modelo ya conocido por los clientes?

Llevamos años evangelizando sobre los beneficios del cloud y del SaaS, y todavía queda mucho por hacer, aunque sí es un modelo con una amplia aceptación, especialmente motivada por la estructura empresarial y la situación económica del país. Aunque muchas empresas utilizan cloud computing desde hace años, hasta ahora no lo habían denominado así, y la tendencia apunta a materializar con infraestructura cloud la tecnología que necesitamos cuando la necesitamos.

El SaaS es conocido por los clientes, sobre todo en su uso particular y de hecho, las aplicaciones SaaS son en la mayoría de casos la puerta de entrada al cloud computing entre profesionales y pymes, además del IaaS. El SaaS se dirige a todo tipo de organizaciones y de empresas, independientemente de su tamaño.

Sin embargo, ¿dar el salto sigue resultando complicado, no? ¿Cómo se están salvando estas barreras?

Realmente, el salto a la Nube no es complicado ya que es un modelo absolutamente flexible, que permite a cada empresa elegir un tipo de nube u otra (pública, híbrida o privada), en función de sus necesidades, pero ha de hacerse por profesionales, con una buena planificación y con sentido común. La principal barrera es el desconocimiento de las ventajas del cloud (rapidez de despliegue, facilidad de implantación, flexibilidad, pago por uso…) y la prueba es que una vez que han dado su salto a la nube, ya no dan marcha atrás.

Otra barrera está siendo la seguridad, porque al cloud computing se le atribuyen desventajas relacionadas con la supuesta menor seguridad en comparación al entorno tradicional, pero es una falsa percepción. Un servidor virtual se enfrenta a las mismas amenazas que un servidor físico (malware, vulnerabilidades de SO…), con la ventaja de que se pueden trasladar en segundos a otro entorno físico, simplemente copiando dichos ficheros, lo que les confiere mayor disponibilidad.

Ahora no se venden licencias, ¿realmente está cuajando el concepto de pago por uso o la mentalidad de servicio?

Precisamente este es uno de los motivos por el que el modelo Cloud está cuajando. Las organizaciones sólo pagan por lo que necesitan, y así evitan hacer costosas inversiones en infraestructura tecnológica o compra de licencias, lo que permite afrontar el futuro en condiciones mucho más competitivas. Además, permite ser más eficientes y responsables con el medio ambiente, pues implica una reducción del consumo energético.

¿Qué ocurre con las pymes? ¿Aceptan esta fórmula?

Las pymes están especialmente interesadas en esta fórmula, por el ahorro en costes que supone, su flexibilidad, escalabilidad, granularidad y facilidad de gestión. Las preocupaciones tecnológicas se reducen a cero, pues no requiere de recursos de infraestructura, de mantenimiento, de migraciones… El pago por uso permite adaptarse a las necesidades y capacidad de las pymes en cada momento, pues permite migrar progresivamente a cloud y también aprovechar el hardware del que ya dispongan, con lo que siempre se aprovecharán los recursos disponibles.

Finalmente, ¿es el SaaS una manera de vender software legal o de legalizar el software que se consume?

El modelo TIC ha cambiado, y tanto las empresas proveedoras de servicios como las empresas que consumen tecnología deben asimilarlo si quieren ser competitivas en el nuevo escenario. El SaaS es una parte importante de este nuevo modelo y responde a las necesidades reales de las empresas que ya no están dispuestas a pagar por más recursos que los que necesitan. Es una nueva manera de consumir software de forma más fácil de gestionar y utilizar, tanto para el cliente final como para el distribuidor/integrador. Respondiendo a la pregunta, se puede pensar que al pagar de una forma que el cliente final considera más justa, por usuario y tiempo contratado, no tendrá tentaciones a la hora de consumir software de forma ilegal.

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Cristina Albarrán

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