Cerca de acabar el primer ciclo estratégico, Ibercaja quiso reunirse con la prensa para hacer un balance sobre el proceso de transformación digital que inició en mayo de 2016 de la mano de Microsoft. Este “matrimonio virtual”, como lo definen desde la entidad financiera, tiene una cifra: 50 millones de euros, que es el montante que la entidad ha invertido en este primer ciclo del proyecto. “Una inversión conservadora y que en la próxima fase del proyecto, que arrancará en 2018 y durará unos tres o cuatro años, habrá que aumentar, porque hace falta”, aseveró Leandro Hermida, director de Tecnología y Sistemas de Ibercaja, quien desvelaba así la intención de la entidad financiera de seguir contando con la compañía de Redmond como principal socio tecnológico.
El Banco cuenta ya con 855.000 clientes digitales, casi un tercio de la base total de sus clientes, y el numero de usuarios de su banca móvil ha crecido un 85% con respecto a agosto de 2016. En cuanto a operaciones, los datos son también favorables, con el aumento del 10% del número de operaciones de financiación de pagos con tarjetas, y un 60% el de la financiación del consumo.
El proyecto tecnológico ofrecerá la posibilidad de “desarrollar nuevas fuentes de ingresos que hoy el banco no tiene”, desveló el director de marketing y estrategia digital de Ibercaja, Nacho Torre. “Ayuda a poner en valor los datos y la información que tenemos para que genere negocio”, indicó Leandro Hermida.
La entidad ha comenzado a recolectar y analizar precisamente datos de hábitos y necesidades de clientes para sumergirse en una próxima etapa en gestión de finanzas personales. El uso del ‘big data’ y la inteligencia artificial permite desarrollar herramientas que, en base a análisis del perfil inversor o ahorrador del cliente, simulaciones de escenarios y fijación de objetivos ayuda al usuario a administrar de forma intuitiva su patrimonio. En paralelo explora cómo compartir información de usuarios con clientes comercios interesados entre los nuevos modelos de negocio en los que adentrarse.
Esto entra dentro de la estrategia que llevan siguiendo estos dos últimos años, la del “customer first, que va más allá de ‘el cliente en el centro”, señaló Torre. El cliente digital es el perfil codiciado por toda la banca, sin arrinconar al tradicional, porque “interactúa más”, facilitando su fidelización o venta cruzada con otros productos, y el autoservicio mejora la rentabilidad porque a la larga se espera que ahorre costes en estructuras.
Logros
En estos apenas dos años de colaboración, Ibercaja ha logrado, según Hermida, renovar su servicio de banca móvil y pago digital (la nueva app incorpora un chatbot basado en los sistemas cognitivos de la plataforma de inteligencia artificial de Microsoft), ha introducido una nueva forma de trabajo, herramientas y arquitectura, una nueva plataforma de microservicios como base de la plataforma digital de la entidad para crear nuevos servicios digitales (aprovechando las capacidades de la plataforma en la nube de Microsoft: Azure), ha actualizado su infraestructura y ha creado nuevas capacidades alrededor del puesto de trabajo (mediante la plataforma Office 365 y Windows 10) y ha puesto en valor los datos transaccionales fuera de los sistemas legacy. En cuanto a la nube, “tenemos limitaciones en el uso del cloud por temas de regulación, pero nuestro idea de futuro es ir hacía la nube”, aseguró Torre. Con vistas al futuro, la entidad financiera pone los ojos en tecnologías como el blockchain y en las soluciones de big data en Microsoft Azure.