En el desarrollo imparable de las Smart Cities, el fenómeno Open Data es fundamental, puesto que la mayor parte de las aplicaciones que se desarrollan en este marco tratan de garantizar la calidad de vida en las ciudades al mismo tiempo que la seguridad.
En la actualidad, todas las ciudades del mundo desarrollado se han sumado a la iniciativa Open Data sabedoras de la importancia que tienen los datos en un desarrollo económico y social de las grandes ciudades. Como consecuencia, son muchas las empresas y organismos que se han lanzado a desarrollar nuevos servicios para la ciudadanía basados en estas fuentes de datos, que, además de ser abiertos y automatizables, son fiables y actualizados en tiempo real sin coste alguno.
Durante la celebración del encuentro sobre Open Data y Smart Cities, celebrado en MBIT School, Enrique Crespo, responsable del proyecto OpenData100, Guadalupe Miñana, Profesora de la Facultad de Informática de la Universidad Complutense, Jesús Gil, socio de NFQ y Santiago Mota, Consultor Open Data Sector Privado, abordaron la aportación del Open Data a las Smart Cities y del concepto de Smart Citizen.
Los expertos coincidieron en los beneficios del Open Data vinculado a las Smart Cities. Por un lado, destacaron los beneficios sociales, ya que supone una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos y, por otro lado, los beneficios económicos especialmente para el sector turismo. Pero también detectaron una serie de dificultades que se tienen que superar para llevar adelante con éxito estos proyectos. Entre los principales obstáculos destacaron:
– Los cambios de gobierno afectan a la perdurabilidad del Open Data. Los cambios cada cuatro años impiden en muchos casos la actualización y normalización de los datos, la competencia o el tamaño del proyecto.
– Las competencias propias de cada organismo son diferentes entre sí a la hora de poder acercarse a los datos a liberar, pero habría que unificar de una forma transversal los datos disponibles de forma abierta.
– La Ley de Protección de Datos. Los cambios en la sociedad van más rápido que las leyes. Habría que replantearse qué es público y privado.
– Diferente marco legislativo entre países. Sería necesario unificar la legislación española con la europea. En el caso de Estados Unidos, las leyes son mucho más flexibles.
– Copyright. Hay datos directos de ciudadanos y asociaciones en los que al utilizarlos se puede estar infringiendo la ley.
– Actualización y formato adecuado a la hora de reutilizar los datos. La integración de datos en plataformas cloud y los alojamientos de datos dentro de la Unión Europea serían dos aspectos fundamentales.
– Garantizar el anonimato de datos vulnerables y que éstos solo puedan utilizar para ese proyecto determinado.
– Tener en cuenta cuestiones de seguridad nacional. Hay datos que no deberían ser públicos al ser información que puede ser utilizada con fines terroristas. Por ejemplo, mapa de suministros en el subsuelo de la ciudad.