El mercado de servidores en España está viviendo una revolución profunda. Para algunos, como Santiago Méndez, director de Tech Data Advanced Solutions, los últimos cambios que vive este negocio están provocando “bastante confusión”. Aunque circulan muchas cifras de negocio que miden el pulso de este segmento, son mayoría las que certifican un estancamiento de las renovaciones de máquinas en los clientes y una caída de las ventas.
Se lleva años hablando de la nube, pero la disponibilidad de servicios y la facilidad para adquirirlos en los grandes proveedores de cloud público, como Amazon Web Services o Microsoft, ha acelerado en los últimos tiempos la migración en los clientes. Los clientes piden más capacidad de computación y almacenamiento que nunca, pero lo adquieren en cualquier sitio y no a los proveedores de toda la vida. Es la misma deslocalización que afecta al retail, que curiosamente siente el azote también de la compañía de Jeff Bezos.
El mismo Santiago Méndez, de Tech Data, describe un panorama muy diverso: “Algunos de los servicios antes alojados en los servidores de los clientes están migrando a la nube, como Office, y, por otro lado, la oferta de servicios IaaS y de servicios gestionados completos no deja de aumentar. También han aparecido nuevos jugadores de hiperconvergencia y tecnologías como contenedores o blockchain siguen empujando. Y todo ello sin olvidarnos de la virtualización de servidores”.
Todo indica que no habrá un escenario claro en el ámbito de la computación. Aunque algunos se adelantaron para indicar que la gran mayoría de cargas de trabajo en las empresas acabarían en la nube pública, la realidad será más matizada, y la nube tendrá muchos formatos y sabores, dependiendo de las compañías, de los procesos que se migren y de los departamentos.
“No es de extrañar que estemos en un momento de bastante confusión en este mercado”, dice Santiago Méndez, de Tech Data
Un síntoma de ello es que una empresa de cloud público como Amazon Web Services va como un tiro en España, sin que ello vaya en detrimento de otra como Red Hat, defensora de los entornos híbridos y que también crece a un ritmo considerable y hace unas semanas reunió a varios miles de profesionales en Madrid.
Pero lo que sí está claro es que los proveedores de hierro y sus canales de venta están sufriendo desde hace algún tiempo y van a seguir haciéndolo porque en líneas generales el onpremise está en retirada y la centralización de servicios que trae el cloud exige menos máquinas y permite que éstas no estén ni siquiera desplegadas en el país.
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Mercado a la baja
La mayor parte de las fuentes consultadas por CHANNEL PARTNER certifica que la venta de servidores en este país está en declive. Según datos del panel de mayoristas de GfK, en 2019 se comercializaron casi 27.000 servidores en España, un 16,9% menos que un año antes. Eso sí, si se mira la facturación, la caída es de sólo un 1,2%. Es decir, que se venden menos equipos, pero más caros y de mayor configuración. “La caída se ha debido al descenso en determinados tipos de equipos, como los servidores tipo torre y los más sencillos”, apunta Santiago Méndez.
“Los fabricantes clásicos tienen que poner sobre la mesa qué es lo que aportarán en un mundo con más alternativas”, afirma Inaki López Monje, de Arrow
Inaki López Monje es el director general en España de Arrow ECS, un mayorista que comercializa muchos sistemas de computación y storage cada año. López Monje reconoce que el negocio se servidores se contrajo un 10% el año pasado, mientras que el de almacenamiento “lleva plano y sin crecer un par de años”. El directivo confirma que las ventas de sistemas on-premise están planas o decrecen porque “una parte importante de las cargas, tanto en cliente pequeño como en grandes cuentas, están moviéndose al cloud en cualquiera de sus posibilidades”. En esta línea, dice que el backup es uno de los entornos que más rápido han hecho la transición a la nube.
Por su parte, Ignacio Cobisa, analista senior de IDC, confirma que la migración de cargas de trabajo a la nube pública se está notando en el negocio y que, como consecuencia, los mercados de servidores y almacenamiento se van a contraer ligeramente en España en 2020. También coincide Sergio Fabre, especialista en ventas de modern data center de Dell, al afirmar que ahora mismo “muchos clientes están en procesos de migración de cargas a nubes públicas y otros tanto lo están estudiando”. “Algunos clientes lo hacen por la tendencia y por acuerdos globales con proveedores de nube pública, y dichos acuerdos llegan ya cocinados a las sedes nacionales”, matiza Fabre.
Los integradores buscan alternativas
El analista de IDC asegura que las grandes empresas nacionales no se comportan de forma diferente que las del resto del mundo, y que lo que están abordando ahora es “una progresiva migración a la nube” que responde a un proceso de amortización más amplio. Se está imponiendo la máxima del “cloud first”, proclama. Moisés Camarero, director general de Compusof, integrador que lleva años trabajando con HPE en proyectos de computación, es claro sobre la evolución del negocio de servers en España. “Hay muchas menos operaciones”, dice de forma explícita.
Camarero asegura que esta contracción es una tendencia que se veía venir desde 2015, pero que ahora se ha acelerado. Además, el directivo de Compusof no es optimista y pronostica que las caídas “se van a agudizar” en los próximos años. “La pregunta no es si las grandes empresas se moverán a la nube pública, sino cuándo lo van a hacer. Estamos ante un negocio muy afectado por el cloud”, asegura Camarero, que dice que el refugio para los integradores nacionales están siendo tecnologías como las redes y el software para el CPD, o incluso los PC.
Javier Berné es CEO de Datek, otro integrador de HPE. La compañía de Berné acabó 2019 doblando con creces sus números del año anterior y siendo el primer partner de HPE en storage. Sin embargo, Berné reconoce que últimamente se nota la aceleración en las migraciones a la nube. “Lo estamos viendo en grandes clientes que históricamente se resistían a dar el paso, y ahora es algo imparable”. Por eso, Berné trabaja ahora con muchos clientes para encontrar “el punto adecuado de ‘hibridez”. Y si para llegar a ese punto medio, hay que aliarse con los grandes proveedores de nube pública, Berné no tiene problema. De hecho, ya trabaja con Azure y próximamente lo hará con Amazon Web Services.
La respuesta de los fabricantes
La respuesta de los fabricantes ante esta caída de las ventas es buscar el cliente mediano y configurar ofertas integradoras y muy adaptables a las necesidades cambiantes de las compañías. Es el caso de GreenLake, un modelo de venta de infraestructura como servicio y que ahora permite a las compañías gestionar todos sus clouds (públicas, privadas e híbridas) desde una sola consola y en un modelo de pago por uso.
Inaki López Monje, de Arrow, opina que ha llegado el momento en que los fabricantes de hierro deben dar una respuesta convincente al mercado. “Los fabricantes clásicos tienen ahora que poner sobre la mesa qué es lo que pueden aportar en un mundo con muchas más alternativas y en el que el cliente ya puede tener exactamente lo que necesita con el modelo de adquisición que más se adapte a la necesidad del servicio que va a usar”, reflexiona el director general de Arrow.
En cualquier caso, y a pesar del avance de la nube pública, el escenario de la computación será variopinto y ni los más convencidos se atreven a pronosticar un dominio incontestable de los Amazon y compañía. La buena noticia es que en estos entornos mixtos el canal seguirá siendo clave, porque muchas veces los clientes no tienen toda la información a la hora de repartir cargas y contratar los servicios más convenientes a sus necesidades.
Por qué el canal sigue siendo clave
Por eso, la mayoría de los consultados por CHANNEL PARTNER siguen viendo en el canal un actor principal para poner orden en este mundo cambiante y con tantas aristas que es la nube. Sergio Fabre, de Dell, echa de menos “estudios pormenorizados de qué tipologías de cargas son susceptibles de desplegarse en nubes públicas, en qué costes operativos incurrirán a medio y largo plazo, o cuáles son los escenarios de repatriación de cargas de nube pública al CPD”.
“La pregunta no es si las grandes empresas se moverán a la nube pública, sino cuándo lo van a hacer”, reflexiona Moisés Camarero, de Compusof
Para Ignacio Cobisa, de IDC, el futuro del canal lo marcará su capacidad para complementar a los hiperescalares o grandes proveedores de nube pública, como AWS, Google o Microsoft. “Los integradores de sistemas van a tener que especializarse en servicios muy específicos, tipo boutique, para diferenciarse de los hiperescalares, facilitando la orquestación y la gestión multicloud a sus clientes, donde sí parece que va a haber recorrido”.
Álvaro Morán, director de la unidad de negocio de infraestructura de HPE, defiende que el canal sigue teniendo grandes oportunidades en este mundo de la nube porque el mundo de la infraestructura es básicamente “híbrido”. Y eso se nota en los proyectos que abordan los clientes, donde se combinan elementos on-premise, con otros gestionados y otros de nube pública. “Esta complejidad implica la necesidad de asesorar y tecnificar a los clientes”, añade Morán.
También tiene claro el papel del canal Iñaki López Monje, de Arrow. “Nadie va a poder mover sus aplicativos y el volumen de datos, que llevan creciendo desmesuradamente desde hace 20 años, a la nube de forma eficiente y segura si no es con el soporte o consejo de un integrador que de verdad domine el mundo del CPD y del cloud. Sin esto, el potencial coste de perder activos o de no ser capaz de aprovechar completamente las bondades de la nube es casi tan grande como quedarse sin hacer cambios”.
Por el lado de los fabricantes, López Monje cree que los que sean capaces de integrar las bondades de ambos mundos (cloud pública e híbrida) desde la interoperabilidad, la flexibilidad y la total disponibilidad del dato, llevarán la voz cantante ante nuestros clientes”. Sergio Fabre, por su parte, valora la cercanía y el conocimiento específico del cliente que exhiben los partners, así como su capacidad para en soluciones verticales que ofrezcan valor y que no están al alcance de los grandes proveedores. “Un integrador puede ofrecer un enlace y unos SLA (acuerdos de nivel de servicio) específicos que un gran proveedor, tipo AWS o Azure, no permitiría, creando una propuesta ad-hoc impensable por otras vías”.
El almacenamiento sigue tirando, a pesar de los pronósticos
Desde hace años los analistas avanzan un declive de las ventas de sistemas de almacenamiento externo (cabinas) que todavía no se ha producido. El mercado de storage corporativo en España se ha mantenido. De hecho, IDC cree que el 2019 se ha cerrado con una subida del negocio del 4%. Aunque para 2020 la consultora vuelve a anunciar una contracción del mercado.
Javier Berné, de Datek, el partner de HP que más almacenamiento vende en España en estos momentos, cree que hay una oportunidad para el storage “secundario e híbrido, definido por software, que son entornos que no paran de escalar”. En todo caso, los fabricantes son más optimistas y avanzan que el año acabará con un avance del 10% en la venta de cabinas, aunque reconocen una desaceleración para el año que acaba de empezar. Como el mercado de servidores, el de storage también vive su revolución particular.
Según Álvaro Morán, de HPE, las tecnologías software defined están desplazando, en algunos casos, a las cabinas en formato tradicional. Así, los clientes obtienen “una reducción muy relevante en los costes, tanto de adquisición como de gestión”. Morán también insiste en que el negocio está creciendo por las enormes subidas de los datos almacenados en el extremo (edge), lo que tira del llamado “almacenamiento secundario”.