A pesar de haber sobrepasado en su último ejercicio fiscal los 13.000 millones de dólares de facturación, Salesforce es un gigante que sigue moviéndose con la agilidad de una gacela. Y es que en el último año contable, cerrado a finales de enero, la compañía de Marc Benioff, especialista en CRM y aplicaciones de venta en la nube, creció nada menos que un 26% con respecto al ejercicio precedente. En España, también crece a un ritmo muy alto y en poco tiempo ha conformado una comunidad técnica y comercial de 4.500 profesionales en todo el país.
Son algunos de los datos que la compañía ha exhibido en el Salesforce for IT Summit, celebrado hoy en Madrid y que ha contado con unos 200 clientes y partners. En ese evento, Salesforce además ha puesto al día a su clientela sobre las últimas novedades en su catálogo de soluciones. Así, Ricardo Usaola, que viene de CA y ahora es el responsable de Mulesoft en España, habló de las posibilidades de esta tecnología de integración y de cómo reduce los costes y tiempos de puesta en marcha de los proyectos en las compañías. “Una transacción de un cliente atraviesa una media de 35 dispositivos”, recordó Usaola. Sin embargo, menos de un tercio de las aplicaciones corporativas están conectadas.
Para resolver el problema, Salesforce compró a principios de 2018 Mulesoft por 6.500 millones de dólares. Mulesoft permite conectar apps, pero también dispositivos y datos. En Unilever, por ejemplo, Mulesoft ha permitido conectar SAP con varias nubes y con sistemas de comercio electrónico. En Bank of America también ha unido nubes con sistemas heredados. Mientras tanto, en la farmecéutica estadounidense Lilly ha hecho posible el historial único de paciente a pesar de tener la información dispersa por diferentes hospitales y aplicaciones.
Por su parte, Ignacio Vindel, director regional de plataforma de Salesforce, habló de las posibilidades de Lightning, la tecnología sobre la que están construidas las aplicaciones de la propia Salesforce y que ahora permite, gracias a asistentes “no-code”, que personal sin conocimientos informáticos participen en el desarrollo de apps mediante la técnica de “pinchar y arrastrar”. Vindel aseguró que compañías que antes tardaban meses en pensar y desarrollar aplicaciones, ahora han reducido ese intervalo de tiempo a siete semanas.